El primer fichaje para la defensa será, salvo que ocurra algún giro extraño, Paul Baysse. Trascendieron hace dos días las negociaciones del Málaga con el central francés, aunque ya estaban lo suficientemente avanzadas como para pensar que no hay peligro de que otro club se entrometa. Prácticamente se puede afirmar que solo quedan los exámenes médicos para que el jugador de 29 años estampe su firma en un contrato blanquiazul.

El director deportivo, Francesc Arnau, ha sabido llevar bien en sigilo esta operación, que se acometió hace tiempo pero que ha entrado en combustión en las últimas semanas, a medida que el club fue temiendo que perdía a Diego Llorente para la próxima campaña. Comoquiera que hacen falta al menos dos efectivos para la zaga, el Málaga no ha querido perder el tiempo y sí asegurarse la contratación de al menos uno para afrontar los siguientes deberes con mayor tranquilidad.

El futbolista se encuentra en estos momentos de vacaciones, así que está por ver si se desplaza hasta Málaga para que se le practique el reconocimiento médico o si lo pasa en el extranjero con el visto bueno de un emisario de los servicios médicos. El cierre de la operación no debería demorarse mucho más, aunque seguramente la menor actividad el fin de semana haga que se dilate hasta principios de la próxima.

El otro fichaje para acompañar a Baysse como refuerzo para la zaga sigue virando el foco hacia Jorge Meré. Sin embargo, en las últimas horas ha trascendido, y lo pudo pulsar este periódico, que el ovetense arrastra una pubalgia desde hace meses. Su rendimiento bajó, pero las necesidades en el Sporting para apurar las opciones de permanencia le hicieron seguir jugando. Igualmente, la disputa del Europeo sub 21 era una obsesión para el central, que en principio aguardará hasta que termine su participación en la cita polaca para iniciar un tratamiento conservador y apurar así el quirófano.

Ello, obviamente, podría minar sus opciones de salir, especialmente en el caso de que dicho tratamiento no le fuera bien y tuviera que pasar por el quirófano. De ese tema entiende bien el Málaga: Camacho tuvo que ser intervenido un par de veces y poco antes de que acabara la temporada hicieron lo propio Rosales y Juanpi, por lo que Arnau podría dar un paso atrás en estas negociaciones para traerlo en préstamo.

Alternativas hay varias, pero desde el extranjero, y el hecho de ser español, conocer bien la Liga e incluso haber jugado con Luis Hernández en el Sporting eran motivos que le tenían como favorito para el director deportivo. Cómo reaccionará en este nuevo escenario es la gran incógnita ahora mismo.

La defensa podría dar el anuncio oficial, ya que el asunto de Sandro y el Atlético de Madrid continúa parado a la espera de que se encuentre la fórmula ideal para que el delantero canario continúe en Martiricos hasta el 1 de enero.