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Comienza la terapia

  • Míchel y su segundo mantuvieron una charla de casi media hora para intentar levantar el ánimo de la plantilla

  • Recio y Miguel Torres también se dirigieron al resto de compañeros

Míchel conversa mientras el grupo de jugadores y demás miembros del cuerpo técnico le escucha con atención.

Míchel conversa mientras el grupo de jugadores y demás miembros del cuerpo técnico le escucha con atención. / javier albiñana

"Hoy será mi primer día, y mañana también, y el resto de mi vida". El extracto es de "Mi primer día", una canción de Los Adslánticos que resulta un canto a la vitalidad, la energía positiva y el optimismo. Es un mantra que conecta bien con lo que se pretende estos días por Martiricos. Así que la vuelta a los entrenamientos se considera el primer día, como ya hubo otros primeros días, y seguirá habiéndolos mientras no llegue el golpe de timón.

La terapia ya anunciada de búsqueda de soluciones internas y recuperación de la autoestima quedó perfectamente escenificada al principio del trabajo de ayer, cuando los medios gráficos pueden estar presentes para captar imágenes. Míchel estuvo charlando con sus jugadores por espacio de unos 25 minutos con unas coordenadas muy claras: levantar a sus futbolistas de la lona. Tanto él como su cuerpo técnico, por trabajo, sensaciones y datos de entrenamientos, estiman que el plantel se esfuerza lo suficiente como para merecer más victorias y que, por tanto, no hay motivos para arrojar la toalla. Por eso, primer y segundo entrenador, Juan Carlos Mandiá, se mostraron muy activos en la charla con la intención de despertar el ánimo de los suyos.

También tomaron la palabra en la prolongada conversación dos de los capitanes, Recio y Miguel Torres. El malagueño se fue llorando del campo tras su expulsión contra el Leganés y el lunes lo pasó bastante mal en su casa, aunque con la intención de canalizar toda esa rabia en nuevas energías para cambiar la situación. Por ahí discurrió su discurso. Igualmente, Torres, menos viciado por los malos resultados y los accidentes futbolísticas que minan la moral del equipo durante los partidos, intentó hacer ver que no es momento para rendirse sino de sacar lo mejor que tienen dentro, a pesar de que ahora mismo se vea al Barcelona como un adversario insuperable.

A excepción de Kuzmanovic y Roberto, quienes se encontraban realizándose pruebas de sus respectivos problemas musculares, todo el plantel estuvo presente. Un día más, el director deportivo, Mario Husillos, se dejó ver por el terreno de juego -esta vez el de la Federación Malagueña- y así ser el primero en dar ejemplo dentro de esa política de irradiar buenas vibraciones en torno al equipo que él mismo defiende. Será la tónica habitual durante la semana en el trabajo, acciones de marketing del club e incluso las entrevistas que los jugadores lleven a cabo con los medios de comunicación.

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