Málaga C.F.

Cuestión de orgullo

  • El Málaga regresa a La Rosaleda, que espera la mejor imagen de los suyos en el tramo finall Míchel apela al "prestigio" en la previa

  • Ontiveros y José Rodríguez regresan a la lista

Al Málaga le quedan 360 minutos por jugar este año en La Rosaleda, epicentro de lo que pudo ser una catástrofe y que, por suerte, tornó en alivio y poco más. De los hombres de Míchel depende el envoltorio que se le ponga a la despedida, aunque de avisos ya está la plantilla saciada. De la pachorra de Riazor queda un "no volveré a hacerlo más" entonado, de varias formas, por los jugadores. Con el Valencia, que suma 10 de los últimos 12 puntos, se empezará a comprobar (13:00, beIN LaLiga) quiénes están dispuestos para la última causa del año.

Se enfrentarán Voro y Míchel, los bomberos del Valencia y el Málaga, dos equipos que casi fueron en paralelo desde que la liga levantara el telón. Fichajes de relumbrón, llamativos, esperanzadores. Apuestas que salieron rana al mismo tiempo que se tambalearon los banquillos. Tocó angustia, más duradera en Martiricos que en Paterna. Tocó sufrir.

Pero ahora ambos equipos piensan en los días que vendrán. Lo hacen jugadores, directores técnicos o entrenadores. Los rumores, las ventas o los fichajes amenazan con tapar el fútbol, y es ahí donde Míchel exige reacción, compromiso, competitividad. Igual que un buen postre puede hacer olvidar un mal plato, las victorias preveraniegas mandan lejos la rabia contenida durante toda una temporada de absoluta desazón, ganar reanima a cualquiera.

Pero para eso hay que ser, además de parecer. Y es por eso por lo que el malaguismo confía hoy en ver una versión de su equipo más cercana a lo visto ante el Barcelona que en Coruña. Será, a tenor de la convocatoria, con un esquema distinto al planteado por Míchel en esos dos encuentros. Sin Mikel en la lista, que del once se va a la grada, la previsión es que se vuelva a la línea de cuatro atrás, que ya se plasmó cuando tocó buscar la remontada hace siete días en Riazor.

Por delante, los dos deseados por el Valencia. Camacho y Fornals, a los que una buena actuación hoy igual incrementa las ganas de Alesanco, director deportivo valencianista, y que tiene en su punto de mira a aragonés y castellonense. Este último, por cierto, ya presentó sus credenciales en la ida, con dos tantos que rescataron un empate para el Málaga, aún con Juande.

Con Recio como escudero y la más que probable presencia de Chory en una banda, la duda recae en quién estará en la otra. Pugna Keko, también Jony. Incluso Ontiveros, que vuelve a una convocatoria de Míchel. Y para el gol, Sandro. Aquí sí que no hay titubeos. El canario, a un gol de llegar a la decena en liga esta campaña, apura los que podrían ser sus últimos encuentros con la camiseta del Málaga.

Y sí el ariete pretende poner su colofón particular con goles, la afición quiere que el suyo sean los aplausos. No será tarea sencilla ante un Valencia venido a más, que no cae desde que lo hiciera, compitiendo a un muy buen nivel, en el Camp Nou. Triunfos ante Deportivo, Celta y Granada, además de un empate en la última fecha ante todo un Sevilla, son la prueba de que este Valencia de Voro no es la bicoca del inicio. Pierde el técnico de La Alcudia a Gayá, así que Lato se ocupará del lateral izquierdo. Será lo más significativo de un once que casi se conoce de carrerilla, con un talento puro como Carlos Soler como gran ejemplo de la revolución valencianista, que también sumó a un Zaza que está correspondiendo.

La Rosaleda responderá -podría vender todo el papel por tercer partido consecutivo- y espera que los jugadores hagan lo mismo. Ellos tienen la llave para abrochar la temporada con juego, goles y victorias.

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