De aquí a que acabe la temporada, los partidos de Las Palmas pueden ser de lo más divertido en la competición. Quique Setién tiene buena materia prima y una propuesta muy atractiva. El resultado es que el conjunto insular busca descaradamente el ataque y descuida también la defensa. Es capaz de ganar un encuentro 1-4 o de perderlo 5-2. Depende de la puntería en uno y otro bando.
sin balón
A pesar de que su historial le pueda señalar como un conjunto pequeño, el método Setién ha dotado de una gran personalidad a Las Palmas. Así que es raro verle sin dominar los partidos y sufrir cuando no tiene el esférico en su poder. El hecho de acumular bastantes hombres arriba, igualmente, provoca que la defensa se vea desguarecida en muchos momentos de los encuentros. Tampoco ayuda mucho a la fase defensiva que los laterales sean de tanto recorrido, aunque Roque Mesa equilibra bien el centro del campo.
con balón
Por fuera y por dentro es capaz de hacer un roto al rival que esté enfrente. La posición de Boateng como falso delantero centro con libertad de movimientos dificulta a los defensas la fijación en las marcas y abre bastantes huecos a los jugadores que llegan desde la segunda línea. Es también el cuadro amarillo un equipo que busca el dos contra uno por las bandas con jugadores que encaran y se ven beneficiados por la llegada de los laterales.
lo mejor
Muchos aspectos se pueden destacar, aunque especialmente su caudal ofensivo. Tanto individualmente (Jesé, Boateng, Halilovic, Viera, Livaja, Roque Mesa...) como a balón parado y en el juego combinativo. No es exagerado decir que Las Palmas tiene a cuatro especialistas en el golpeo directo que puede hacer bastante daño. El refuerzo de Jesé en el mercado de invierno ha sido la guinda.
lo peor
Por momentos la anarquía se apodera del juego canario, incluso se producen desconexiones que pueden estar motivadas por bajones físicos. A veces hay bastantes egos sobre el verde.
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