Consternación en el Málaga y en el mundo del fútbol. Manel Casanova Capdevila (Barcelona, 1951) falleció ayer cerca de la medianoche mientras presenciaba un partido de juveniles en el campo del Malaka, en Carranque, entre el equipo local y el Málaga. Corría la hora de partido cuando Casanova empezó a sentirse mal mientras departía con sus acompañantes y cayó al suelo. El partido se paró y los intentos por reanimarle durante 50 minutos no surtieron efecto y se certificaba su defunción. Rápidamente hicieron acto de presencia Francesc Arnau, director deportivo, y Miguel Calzado, ahora responsable de la cantera.

El hombre fuerte de la Academia del Málaga desde 2011 había estado un par de años alejado de la primera línea por diversos problemas de salud y en el pasado mes de mayo fue reubicado en el organigrama del club. Pero seguía siendo un hombre de plena confianza del jeque Al-Thani, de hecho su presencia en Málaga obedecía a la petición del jeque. El presidente del Málaga le visitó durante su convalecencia en Barcelona y en no pocas ocasiones destacó su labor como captador de talento. Poco después de su desembarco en el club, en 2011, fue contratado para llevar las riendas de la incipiente Academia, que desgraciadamente no podrá ver construida físicamente. Pero su legado en forma de atracción a jugadores ahí queda. Bajo su mandato el Málaga multiplicó su inversión en la cantera, llegaron títulos en todas las categorías y aterrizaron en la primera plantilla numerosos jugadores captados por su buen ojo, con el que ya ganó fama durante dos décadas en la cantera del Espanyol. Sergi Darder, Pablo Fornals, Ontiveros... Son ejemplos de fichajes de Casanova para la cantera del Málaga, que empezó a tener más presencia a nivel nacional e internacional.

El impulsor deportivo de la Academia detectó a muchos talentos

"Realmente triste por la horrible noticia sobre el Señor Casanova. Falleció hoy, son muy malos momentos para todos. Dios bendiga su alma", fue el mensaje de Al-Thani por las redes sociales cuando conoció su fallecimiento. Las muestras de condolencias se multiplicaron.

En un ambiente lógicamente fúnebre, Francesc Arnau fue el encargado de comunicar a sus familiares la noticia. El cuerpo fue levantado ya entrada de madrugada por el juez y se preparaba su traslado a Barcelona. Manel Casanova falleció mientras hacía lo que hizo miles y miles de veces, ver un partido de cantera, lo que fue su vida durante 66 años.