Seis partidos de pretemporada y seis derrotas. Una tenue mejoría ante un equipo muy respetable como el Lazio puede contentar al más condescendiente, aunque se perdiera (0-1). Pero es evidente que a, dos semanas del inicio de la Liga, al Málaga le falta fútbol y le falta gol. Hay lucecitas, pero más oscuros en el mapa que despliega el equipo de Míchel. La rueda de prensa del entrenador no fue casual. Quiso meter presión porque ve que el equipo se le queda corto ahora mismo, le saltan las costuras. Ya se sabe que la pretemporada es más mentira que verdad. Pero hay algo de ésta y lo que se ve no le gusta nada.

La Liga está a dos semanas vista, pero aún es época de rodaje. Míchel puso el que, a falta de los dos fichajes, es su equipo de cabecera. Así lo dejó claro. Porque, a día de hoy, Mula está por delante de Keko en la rotación. Con el 4-1-4-1 y Kuzmanovic de escoba en el centro del campo, el equipo A tuvo algún retazo brillante ante un Lazio que no es el de la era de Mihajlovic, Simeone, Verón, Crespo y compañía pero sí un equipo bastante serio de zona media-alta en Italia.

En las alternativas, oportunidades para los dos equipos. Jony, al que se le ve bien de físico pero sin la chispa de confianza necesaria, falló sólo ante Strakosha porque entretuvo cuando le habilitó Bastón y el propio Borja remató forzado un buen centro con la izquierda de Rosales. El Lazio también tuvo sus ocasiones. Roberto le hizo un par de buenas paradas a Marusic. Baldé e Immobile jugueteaban cerca del área. La impresión de los centrales era buena, aunque Baysse permitió una ocasión clara de Baldé en una mala salida de balón. Pero se le ven buenos mecanismos en defensa al equipo.

Tras momentos de dominio del equipo romano, un buen centro de Juankar desde la izquierda fue continuado con un remate de cabeza en plancha de Adrián al que respondió con una buena parada Strakosha. Poco después Recio controló con el pecho un centro de Mula, que deja detalles de depurada técnica en cada pase y control, y Parolo se le adelantó cuando iba a remachar.

El primer tiempo se cerró con un jugadón de Keita Baldé, catalán que juega desde hace varios años en el Lazio, que lanzó su disparo al poste tras marcharse de tres rivales.

Tras el descanso, Immobile se plantó ante Roberto en un buen pase de Keita Baldé, aunque en posible fuera de juego, y Juankar desvió el remate y, al mismo tiempo, se dolía de un golpe el madrileño, básico después de las operaciones de Miguel Torres y Ricca. Afortunadamente, pareció sólo eso, un golpe.

Juanpi, Keko y En-Nesyri salieron a la hora de partido. Que el amistoso era serio daba idea que los técnicos esperaron hasta ese momento para hacer cambios. También apareció el ex malaguista Luis Alberto. Míchel cambió el 4-1-4-1 por el 4-2-3-1. El partido perdió algo de ritmo entonces y en los últimos 15 minutos ya entró el resto del banquillo malaguista salvo el portero, con los primeros minutos de blanquiazul para Diego González y Cecchini.

Una buena conducción de Juanpi, al que alegró verle luciendo la zurda y magia en La Rosaleda, habilitó a En-Nesyri, que estuvo peleón y voluntarioso. Pero no bastó para conseguir el empate ante un Lazio con ADN italiano, que perdió tiempo y se ganó alguna tarjeta para llevarse a casa el Costa del Sol. Y, de paso, dejar más intranquilidad en el malaguismo y en Míchel.