Málaga C.F.

Hoy puede ser un gran día

  • El Malagueño busca en La Albuera (18:00) el ansiado ascenso a Segunda B

  • Defiende el 1-0 de la ida ante una Segoviana peligrosa en su feudo

  • Ruano tiene que hacer cuatro descartes

Ontiveros y David Muñoz pugnan por un balón en un entrenamiento del Malagueño.

Ontiveros y David Muñoz pugnan por un balón en un entrenamiento del Malagueño. / javier albiñana

La Segunda B espera, previo paso por Segovia, al Atlético Malagueño. Famosa por su acueducto y su cochinillo, la ciudad castellanoleonesa puede marcar un antes y un después en la historia del filial del Málaga. Defiende un 1-0 el Malagueño en casa de la Gimnástica Segoviana, un Municipal de La Albuera acostumbrado a la victoria este año y que prepara un ambiente difícil a los de Ruano, que incluyó a 20 jugadores en la expedición.

Por tanto, cuatro son los descartes que el entrenador del filial tiene que realizar de una lista formada por Aarón, Guille Lara, Mula, Iván Rodríguez, En-Nesyri, Luis Muñoz, Ontiveros, Arturo, Gabri, Jack Harper, David Ramos, Ian Soler, Kuki Zalazar, José Carlos, Álex Sánchez, Javi Jiménez, Santi, Castillo, Maty y Wojcik. Estos 20 futbolistas llegaron a Segovia a las 20:15 horas de ayer, previa escala en Madrid, con Miguel Calzado y Francesc Arnau a la cabeza de un grupo que no quiere repetir los errores del pasado.

El cuadro segoviano estará acompañado por 4.000 seguidores que llenarán el estadio

Porque esta es la séptima fase de ascenso disputada por el filial, la primera en la que una única eliminatoria le puede llevar a la división de bronce del fútbol español. Siete intentos desde aquella 2008/09, en la que los pupilos de Rafa Gil cedieron ante el filial del Tenerife. Desde entonces, el ascenso se convirtió en un objetivo frustrado para el Malagueño, que ahora está a 90 minutos de cambiar su propio destino.

"Vamos a tener que sufrir y competir muy, muy bien para conseguir el ascenso. La renta es escasa, pero esperemos defenderla y que sea suficiente. El que mejor compita será el que saque la eliminatoria", comentaba Manel Ruano antes de iniciar el viaje a Segovia. No cambiará su forma de jugar el Malagueño, ya que es la base de su éxito. Toca hacer al menos un gol y poner contra las cuerdas a la Segoviana, un equipo rudo pero con unos numerazos en su estadio.

Tanto que este año no conocen la derrota en La Albuera, un campo de 4.000 espectadores que tienen ganas de romper los sueños del filial, en una eliminatoria que ha ido calentándose por temas extradeportivos desde el inicio. Pese a todo, el Malagueño es consciente de que tiene una oportunidad pintiparada para ascender. Ruano, mientras tanto, augura poco juego vistoso para hoy: "Probablemente no se vea mucho fútbol por la tensión y al final serán los pequeños detalles los que decidan. No creo que sea un partido muy vistoso, pero sí muy competido y de muchos nervios para los dos".

Con todo esto sobre la mesa, el once que presentará Ruano no distará demasiado del formado por Aarón, Iván Rodríguez, Luis Muñoz, Ian, Javi Jiménez, Arturo, Ontiveros, Mula, Kuki, José Carlos y Wojcik; aunque Álex Sánchez podría hacer las veces de central izquierdo por un Ian entre algodones (fue sustituido en la ida por lesión). Otro de los que podría tener su opción desde el inicio es Maty, que ocuparía la plaza de José Carlos.

Lo que está confirmado es el lleno en el Municipal de La Albuera, algo que no preocupa demasiado a Manel Ruano, más pendiente de lo que sea capaz de proponer su equipo. "Es bonito jugar en estadios con gente y con buen ambiente, creo que no nos va a condicionar", auguraba Ruano, que añadía: "Al único que no le tiene que condicionar es al árbitro". Este mensaje del técnico del Malagueño no es baladí, ya que la Segoviana llevó el partido de ida hasta el límite permitido gracias, evidentemente, a la permisividad arbitral.

Por las cabezas de los blanquiazules no pasa, ni por asomo, parapetarse en el área para defender el gol de Kuki: "El objetivo es ascender. No sé lo que va a pasar, pero plantearemos el partido para intentar ganar. Espero que cuando el árbitro pite el final estemos en Segunda B".

Líder de grupo contra líder de grupo. Juventud contra veteranía. Un filial contra un equipo amparado por 4.000 gargantas con ganas de fiesta. 90 minutos por delante para que el Málaga tenga al fin a su filial en Segunda División B. Al menos, en caso de derrota, al Malagueño le quedará otro intento, pero como cantaba Serrat: "Hoy puede ser un gran día, no lo dejes escapar".

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