Málaga C.F.

Marejada en La Rosaleda

  • Los mensajes entre Míchel y el jeque, mezclados con las seis derrotas en seis partidos, calientan el ambiente

Míchel y Al-Thani, en la presentación.

Míchel y Al-Thani, en la presentación. / Javier Albiñana

La rueda de prensa de Míchel tras el partido ante el Lazio en el Costa del Sol, sexta derrota en seis partidos en esta pretemporada del Málaga, no fue casual ni fruto de un calentón. Era algo premeditado, quería lanzar un mensaje que después amplió con su comparecencia en El Larguero de la Cadena SER. Dejó ahí varios titulares "Me preocupa la falta de información". "El equipo se ha desmantelado y está costando mucho recuperarlo". "No me importa construir, pero tengo que saber lo que tengo".

No le gusta a Míchel cómo se está manejando la situación con los refuerzos. Aunque quiso tomar distancia con la labor del dirección deportivo, admitió que había hablado con Javi García, dijo que el jugador quería venir y que sólo faltaba que alguien apretara un botón. Antes aseguró que "no hago peticiones, sólo entreno". Míchel participa activamente en la confección del equipo. Como en varias de las operaciones realizadas por el Málaga esta temporada, el agente que lleva a Javi García es Manolo García Quilón, que mientras decía públicamente que el murciano se quedaría en el Zenit intentaba sacarlo de San Petersburgo.

El jeque, mientras, reveló indirectamente vía Twitter que participa en los fichajes con su mensaje sobre Javi García. "Con todo mi respeto al jugador Javi García, no es nuestro objetivo para el Málaga, así que por favor cierren esa puerta", dijo tras el mensaje de Míchel en la sala de prensa. Después quiso amortiguar la polémica abierta. "Déjenme decirles que no tengo ningún problema con Míchel. Confío en él y creo que hará un gran equipo. Así que por favor nadie piense que no hay confianza entre el entrenador y yo. El cazador en las turbias aguas. Mis palabras son claras para todos. Con todos mis respetos y aprecio a todos".

En esencia, el jeque no ve el fichaje de un jugador de 30 años por el que habría que pagar un traspaso (el Zenit pedía 10 millones de salida, rebajables) y que se convertiría en el hombre mejor pagado del plantel en propiedad. Y Míchel, de momento, se queda sin Javi García, el hombre que quiere a toda costa para que se convierta en el líder en el centro del campo del equipo tras las sensibles marchas de Fornals y Camacho.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios