Málaga C.F.

El elegante adiós de Míchel

  • Carta de despedida del ex técnico malaguista, con agradecimientos a los empleados y a la afición y los mejores deseos a su sucesor

Míchel, en un partido en La Rosaleda.

Míchel, en un partido en La Rosaleda. / Efe

Míchel ya es historia en el Málaga. El sábado fue despedido tras la derrota en Getafe, que culminó la peor primera vuelta firmada jamás por el club. Una situación insostenible que ha derivado en el cambio para darle la alternativa a José González. "Buscamos un revulsivo", decía el club.

El ya ex técnico malaguista distribuyó una carta por las redes sociales para explicar las sensaciones con las que se va. Aquí reproducimos a continuación el contenido

"Desde mi llegada al club no he parado de recibir muestras de cariño y enseñanzas. Por todo ello mi agradecimiento y, como no podía ser de otra manera, el mejor de los recuerdos. Ahora que ya no puedo hacerlo a través de mi habitual exposición ante los medios de comunicación, quería dejar mi despedida y sentimientos en estas líneas.

Con tristeza, a mi familia y a mí nos gusta tanto la ciudad como su gente, porque nos hubiera gustado echar raíces y que mi nuevo nieto malagueño nos viera por aquí cada día, pero también con alegría por lo que hemos vivido: cosas buenas.

Esperé mi momento para venir al Málaga CF y más allá de lo deportivo, de sus exitosos o dichosos resultados, ha merecido la pena. He podido comprobar cómo la gente de este club se desvive cada día por hacerlo mejor, te hace sentir en casa, todo más sencillo y que tan sólo te preocupes de estar cómodo.

Para un entrenador, que siempre tiene las horas contadas y la maleta hecha, valorarte y hacerte sentir que serás eterno en este club es una vivencia exclusiva gracias a aquellos que trabajan y colaboran en el Málaga uniendo vocación y sentimiento. Tomen nota porque esto no se ve en todas partes y es algo que fomentan los trabajadores de cualquier departamento de este club.

Agradecer a mis directores deportivos, a quien me trajo y quien me tuvo que despedir. Los dos confiaron en la persona y valoraron al entrenador con el paso de los días y nuestras múltiples conversaciones. Para Mario Husillos ha sido un mal trago y te agradezco que me lo hicieras pasar sin traumans. Como deportista que somos todavía, aceptamos que los resultados no conocen de merecimientos, ni de plena dedicación; sólo del gol aunque ya no los metamos. Mi eterna deuda con mis colaboradores, los que venían conmigo y los que aquí me encontré: fisioterapeutas, médicos utilleros, preparadores físicos, técnicos y comunicación. A todos sin excepción mi abrazo y deuda de por vida. Ahí fui certero, no me falló ninguno.

Al ver vuestras lágrimas en mi despedida en privado y con vuestros mensajes posteriores me confirma que hay lugar para vosotros en mi álbum familiar. Sois como el resto de empleados, quienes mantienen este espíritu malaguista porque el Málaga no es vuestro como negocio o medio de vida, sino como sentimiento insuperable bokerón.A mis jugadores quiero decirles que me hubiera gustado hacerles mejores, mucho mejores, y que pudieran disfrutar al máximo, pero cuando uno da todo, no se le puede exigir más. Si quienes mandan tuvieron paciencia más tiempo fue por vuestro compromiso conmigo, vuestra fe y sobre todo vuestra disposición cada día.

Despedirme por último de malaguistas y malagueños -los que me siguen animando por la calle y los que me gritaba "Míchel vete ya"- porque todos tienen algo que decir en esta situación de inestabilidad marcada por los resultados.

Deseo con absoluta sinceridad que las victorias empiecen a llegar para poder disfrutar de esa calma que se necesita. Ojalá mi sucesor lo consiga; yo no sólo se lo deseo, lo creo...

Gracias todos sin excepción".

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