La plantilla del Málaga tiene claro que Míchel es un magnífico trampolín para quien esté dispuesto a aprender, sudar la camiseta y hacerse notar. Como también que la lleva clara quien rebaje la intensidad o no esté concienciado. Así lo lleva haciendo saber desde que llegó hace poco más de un mes. Otra cosa que vienen sabiendo en los últimos días es que lo que queda de Liga servirá para mejorar la imagen y como banco de pruebas para el próximo año. Pero es más, el técnico ya ha ido comunicado a algunos jugadores personalmente que su futuro está en juego durante lo que queda.

Cedidos, jugadores que acaban contrato y algunos que no han tenido un buen año han ido escuchando de boca del propio entrenador mensajes contundentes del tipo "te estás jugando la continuidad" o "con ese nivel no seguirás aquí el año que viene". El madrileño sabe que con la permanencia en el bote lo fácil es bajar los brazos y dónde debe disparar para tener a los suyos alerta. Y es que su pretensión es que al mismo tiempo que configura los planes de actuación con Francesc Arnau su equipo vaya adquiriendo una mentalidad ganadora que sea la base de objetivos más ambiciosos para el curso que viene.

Los filiales también deben demostrarle que merecen seguir y no salir cedidos en verano

Desde que se enfundó el chándal blanquiazul, Míchel no ha parado de conversar con los suyos. En charlas corales y de manera personalizada, así que ahora no iba a ser menos. Los planes con algunos futbolistas está claro, pero pretende que algunos de ellos planteen la duda para el año que viene o terminen de desnivelar una balanza que se presenta muy pareja a día de hoy.

Boyko, Duda, Weligton, Charles, José Rodríguez, Kuzmanovic, Koné, Diego Llorente, Juan Carlos, Peñaranda y Demichelis son los que acaban contrato o cesión y que, literalmente, se la juegan en este mes escaso de competición que queda.

Tampoco se pueden dormir en los laureles aquellos que poseen contrato en vigor pero a los que el club les podría buscar una salida por su mal rendimiento o a los que la entidad les podría buscar una competencia para que partan a priori como jugadores de banquillo. Igualmente, los filiales, Luis Muñoz, Ontiveros o En-Nesyri, fundamentalmente, se están jugando seguir vinculados a la primera plantilla o salir cedidos para foguearse si no responden a las expectativas de Míchel.