De nuevo la fe. Parece que el malaguismo arranca más desde el sentimiento y la religión que desde la coherencia y el juego. El culto que profesan los malaguistas que acudieron al estadio y el empeño que le pusieron los jugadores para revertir la situación.

"Sabemos que va a ser así todo el año, hay que sufrir mucho para salir de las posiciones en las que estamos. Pero la sensación es que el equipo no se rinde y así tenemos más camino recorrido para intentar lograr lo que buscamos", expresaba Míchel González en sala de prensa, apenas media hora después de materializar el segundo triunfo blanquiazul de la temporada y a lo que añadía: "Sabíamos que esta temporada iba a haber muchos partidos así, ojalá se decanten así. Hemos jugado bien, nos hemos adelantado. Hemos tenido cosas buenas pero tenemos que buscar la manera de no encajar goles con tanta facilidad. A un promedio de dos goles en contra por partido es dificilísimo".

"Hay una alegría por Borja Bastón porque sabían que estaba sufriendo mucho""El Chory es increíble, tiene mucha calidad y hay que respetarle y buscarle su posición"

Al madrileño se le notó un claro alivio con el resultado, sobre todo por lo acertado que estuvo en los cambios, determinantes en los dos goles de la remontada. Primero Ontiveros en el balón colgado que acabó con el tanto del Chory Castro; después Juanpi y Bastón, asistente y goleador del 3-2: "No podemos decir que lo estuviesen haciendo mal los que estaban jugando. Es llamativo que los tres cambios han revolucionado al equipo, que es verdad. Han influido y también la fe de los jugadores".

Otro de los factores que exaltó Míchel fue a la afición. De nuevo estuvo de 10 La Rosaleda, incansable en su intento por levantar a un equipo que parecía desfallecer de nuevo: "Tenemos una afición que a pesar de perder 1-2 y la complicada situación, nunca nos ve nunca fuera de Primera División y eso anima mucho".

Dos nombres propios entre las palabras del técnico. Son los de Borja Bastón y Chory Castro. El delantero logró su primer tanto en LaLiga con la blanquiazul y se quitó una espina que comenzaba a molestar demasiado y el grupo lo sabía. "Hay una alegría por Borja Bastón porque sabían que estaba sufriendo mucho. Un goleador cuando no tiene gol sufre más, el goleador tiene una parte de egoísta muy buena por marcar. El gol está muy bien pero Borja tiene que trabajar como lo ha hizo porque nos ayuda muchísimo", explicaba un Míchel satisfecho con el ariete: "Borja ha estado en ese plano en el que queremos. Ha tenido dos o tres y ha metido una. Nos da una alegría, no sólo por el gol, es una buena manera de ganarse el puesto".

Con el uruguayo se le acabaron los calificativos ante el desgaste y exhibición que mostró. "Tiene el abductor en una oreja, es increíble, tiene mucha calidad. Hay que respetarle su edad para buscarle su posición, no podemos pedirle que sea el Chory de hace cinco años. El que es ahora es muy útil para nosotros, ha metido un gol y ha hecho un trabajo excelente, maravilloso", señaló Míchel.

"Fíjate donde ha acabo jugando el Chory, más centrado y creando juego. Seguimos jugando con Adrián de pivote... pero cada semana se van sumando jugadores a buen nivel, poco a poco nos vamos adecuando a ganar", diseccionaba el madrileño sobre lo que están ofrenciendo ciertos jugadores y que lo hacía extensible al grupo: "Cuando hay competencia, todos mejoramos, incluso el entrenador. A los que menos le salían las cosas aparecen de repente y le dicen al entrenador que también están aquí. Es competencia buena para ellos y leal para el entrenador".