Más allá de la contratación de un centrocampista, que será una situación que se demore más a lo largo del mercado veraniego, la dirección deportiva tiene multitud de negociaciones que quiere ir cerrando en los próximos días ante la cercanía con el arranque de la pretemporada, el próximo 5 de julio, cuando empezarán a pasar los primeros reconocimientos médicos y físicos.

El club tiene abiertas varias negociaciones, tanto en materia de salidas como en la de entradas. La más llamativa de todas, con tintes de culebrón del verano, es el central Paul Baysse, una de las primeras pretensiones de Francesc Arnau para la zaga que se está prolongando demasiado el tiempo con los vaivenes del jugador francés. El defensor del Niza, con el que acaba contrato el próximo 30 de junio, tiene una propuesta del Málaga sobre la mesa, pero el jugador aún no ha respondido a ella. El lunes de la pasada semana visitó la ciudad con su familia, procedimiento que está llevando a la práctica con todos su pretendientes -Bursaspor y Olympique de Marsella apuestan fuerte por él-. Esta semana se dará a conocer su decisión.

La decisión de Paul Baysse, positiva o negativa, será la primera en resolverse

Con Borja Bastón aún se trabaja en la fórmula para poder hacerse sus servicios. La marcha de Sandro, con el que se ingresarán seis millones de euros, dará facilidades para alcanzar las pretensiones del jugador y de su actual equipo, el Swansea. El club tiene el sí quiero del madrileño. El caso de Jorge Meré también está sobre la mesa. El Málaga ha apostado fuerte por él y quiere cerrar cuanto antes la cesión que le una a La Rosaleda durante un año, al menos. El Valencia, el competidor más rocoso por el ovetense.

En cuanto a las salidas, el club sigue atento al futuro de Carlos Kameni, con una oferta del Fenerbahce turco. El camerunés tiene uno de los contratos más altos de la plantilla y su salida sería un alivio económico para el club. Diferentes son los casos de Michael Santos, Chory Castro, Koné o Villanueva, con los que Míchel parece no contar de primeras y a los que se les buscará una salida ya sea en forma de cesión o rescisión, según cada caso. Estas operaciones parece más difíciles de ejecutar en estos momentos.