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Soluciones internas

  • Descartada por el momento la salida de Míchel y con el mercado de invierno lejano, se abre una semana para intentar recuperar anímicamente a la plantilla.

  • Optimizar a los jugadores, otra clave.

Mario Husillos saluda en el palco de La Rosaleda antes del inicio del partido contra el Leganés.

Mario Husillos saluda en el palco de La Rosaleda antes del inicio del partido contra el Leganés. / marilú báez

En el Málaga no se esconde la grave situación, al contrario. El flamante director deportivo, Mario Husillos; Míchel y los jugadores tienen claro que la Segunda División es una amenaza muy real. Otra cosa es cómo se traslade públicamente ese pensamiento, para no caer en un ambiente más depresivo o se señalen culpables cuya responsabilidad hay que depurar en casa. Se buscarán soluciones, externas e internas. Con la destitución del técnico por el momento descartada y el mercado de fichajes muy lejano, ahora mismo toca mirar hacia dentro. Comienza una semana en la que se va a mimar mucho la comunicación, la sicología y la búsqueda de refuerzos positivos. Algo que suena más idílico que factible, todo sea dicho.

El proceso comenzó ayer mismo. Husillos y Míchel tuvieron una improvisada reunión al término del choque para pulsar el ambiente. El director deportivo preguntó abiertamente al técnico si se encontraba con fuerzas para sacar la situación adelante y el madrileño le respondió con la misma convicción con que minutos después reiteró, en rueda de prensa, que está convencido de revertir la mala dinámica. Tomando ese punto de partida, Husillos sabe que esta semana debe servir para levantar la autoestima y la moral. Insiste -e insistirá- en que son los jugadores que hay ahora mismo los que tienen que sacar las castañas del fuego porque no va a traer cinco milagros en la ventana invernal. Es lo que piensa y también una manera de ganar tiempo mientras busca algún mirlo blanco estos dos meses, puesto que de nada valdrá una buena pesca en el mercado si llegado el momento el equipo no ha sumado algunas victorias que corrijan la desviación clasificatoria actual.

Tras el encuentro, el técnico ratificó ante Husillos su confianza en seguir al frente

No será fácil peinar el mercado, aunque en su día dio con Amrabat y no solo cambió la dinámica de aquella segunda vuelta con Schuster, también permitió a Javi Gracia el año siguiente contar con un puntal en el plantel desde la primera jornada. Aunque el perfil que se buscará estará más encaminado a traer equilibro. Será impepinable dar con un medio centro defensivo que aporte más cohesión al centro del campo, lugar donde se desangra el equipo jornada tras jornada, aunque visualmente sean más llamativos los errores atrás.

Pero el corto plazo pasa por esta semana. Por lo pronto, ya llega con un cambio, por más que lo motiven las cuestiones logísticas: el entrenamiento será trasladado al campo de la Federación Malagueña, donde habitualmente juega el filial. El mero hecho de trabajar en un escenario diferente ya es uno de esos pequeños cambios de la semana que el club espera que derive en una gran transformación.

Será raro no encontrar un entrenamiento en el que no se deje ver Husillos, quien espera mostrarse cercano al cuerpo técnico y los jugadores para mostrarles calor. Igualmente, se organizará durante la semana una comida de equipo para hacer piña y la convivencia en las instalaciones de trabajo será intensa.

Todo lo que sume desde un punto de vista anímico será bienvenido. Pero el trabajo futbolístico en los entrenamientos será fundamental. No solo cómo confeccionar un doble pivote para el que no estarán Recio ni Kuzmanovic. En la dirigencia se estima perentorio hallar fórmulas que dinamicen la manera de jugar y permitan exprimir mejor las características de los jugadores de que dispone Míchel. De nada vale lamentar ahora a los que se fueron o, los que no llegaron y a los que están por venir. El técnico lo ha probado todo, tácticamente y con sus futbolistas (solo quedan por debutar Andrés Prieto y Cenk Gönen), y no halla el modo de hacer jugar a los suyos, tampoco de hacerlos consistentes.

Será el sábado cuando el fútbol vuelva a dar otra opción de revancha, aunque en esta ocasión las esperanzas sean bien pequeñas. Toca visitar el campo del líder; viendo los argumentos de uno y otro, suena a quimera arrancar al menos un empate, aunque en los últimos años el Málaga se ha especializado en dar bastantes quebraderos de cabeza al Barcelona, también en el Camp Nou.

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