Cualquiera que vea el resultado pensará que el Málaga hizo aguas en defensa, y no fue el caso, pero tampoco mostró la solvencia de los últimos encuentros. Aunque la peor versión fue la ofensiva, ya que los blanquiazules se vieron incapaces de sortear las trampas de Mendilibar para encontrar el gol.

En esa línea de inoperancia en ataque, Fornals fue el único que se salió de la media. Por poco, eso sí. Al menos el castellonense se juntó con Duda y Llorente para tratar de asistir sobre todo a las bandas, Jony y Keko, que se presentaban en Eibar como titulares para ser dos puñales.

No fue así, porque los Zipi y Zape del Málaga se dieron la mano en lo negativo. Ni encararon ni asustaron, menos Jony, aunque la falta de minutos aún le puede servir de excusa. No así a Michael Santos, que volvió a mandar al limbo una ocasión clarísima para adelantar a su equipo.

Sin Camacho, José Rodríguez ni Recio; Duda y Llorente saltaron al verde con la intención de proclamarse los bastiones de Romero. Ni uno ni otro completaron un buen encuentro, sobre todo Duda, al que ni su zurda le sirvió para aprobar el examen.

Por último, los laterales carecieron de la profundidad habitual. Para colmo, Juankar cometió un penalti de patio de colegio y Rosales, aunque injustamente, terminó siendo expulsado.