Málaga C.F.

Un cambio arriesgado con un final feliz

  • El Málaga decidió destituir a Manel Ruano con el equipo líder, pero Dely Valdés ha respondido

Dely Valdés, durante un partido de la presente temporada, con Añón a su espalda.

Dely Valdés, durante un partido de la presente temporada, con Añón a su espalda. / marilú báez

El 22 de enero saltaba la noticia. Manel Ruano y parte de su cuerpo técnico era despedido del banquillo del Atlético Malagueño por Antonio Tapia, que llevaba apenas semanas con el cargo de Director de La Academia. Su sustituto no era otro que Julio César Dely Valdés, que se quedó sin sitio en el organigrama de la cantera tras su paso por el Juvenil A del Málaga, al que llevó a la final de la Copa de Campeones.

Era una decisión que pilló por sorpresa a todos, incluidos los propios jugadores, que se enteraban de la noticia a través de las redes sociales. Sin duda se trataba de una apuesta arriesgada por parte de la dirección deportiva. Un técnico que tenía al filial líder destacado del grupo, con un buen rendimiento en las últimas semanas y sin indicios de cisma en el vestuario.

El modelo de gestión de Antonio Tapia queda reforzado tras consumar el ascenso

La falta de entendimiento entre Antonio Tapia y Manel Ruano fue el detonante para que se diera tal movimiento. Lo que preocuba no era la destitución en sí, sino cómo podría afectar esto a una plantilla como la del Atlético Malagueño. No fue un inicio sencillo el que tuvo el entrenador panameño al frente del filial. Adaptar su metodología en un grupo que, en su mayoría, tenía muy arraigada la idea de Ruano. En los ochos primeros encuentros de Dely Valdés al frente de los blanquiazules, sumó cuatro triunfos, dos empates y dos derrotas -siendo una de ellas la primera en casa desde octubre de 2015-.

Pero el equipo remontó el vuelo. Sacó siete de ocho posibles triunfos en las siguientes jornadas -cayó en Linarejos (1-0)- y selló su título de campeón y boleto para la vía rápida de un posible ascenso a Segunda División B. Ayer se materializó y dejó patente que la apuesta fue sensata a medio plazo. Dely Valdés logró en media temporada lo que se venía tiempo atrás persiguiendo pero que, por uno u otro motivo, no se llegó a conseguir. Cabe destacar que despojar de su cuota de mérito al que entrenó al grupo durante 25 jornadas sería injusto, pero también queda claro que no se erró con la apuesta por el cambio.

En definitiva, el logro del ascenso esta temporada da la razón al nuevo plan de gestión de La Academia que intenta implatar Antonio Tapia en el Málaga. Los primeros resultados ya se están dando.

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