Esta derrota es de las que duelen. De las que confirman dinámicas. Y lo confirmó el capitán nada más terminar el partido. Camacho manifestó lo duro de un resultado que "nos deja tocados a nivel mental". "Teníamos muchas ganas pero a veces nos precipitábamos. Aun así hemos conseguido adelantarnos. En la segunda parte, en dos errores individuales se han llevado los tres puntos", lamentó en televisión.

El centrocampista quiere mantener el optimismo, pero mete cierta presión para alcanzar las nuevas metas del Málaga: "Queda mucha temporada y cuanto antes consigamos el objetivo mejor. Mientras antes salvemos la categoría, mejor, es importante. Hay que sumar de tres en tres para dejar a equipos atrás. Hay que pensar en Bilbao".

En una línea semejante se movía Juan Carlos para los micrófonos de Cope. "La hemos tenido y se nos ha escapado. Jodidos por la derrota porque este era un partido clave", lamentó el madrileño, que pide "mirar hacia arriba". Arropa a sus compañeros y el trabajo hecho, además: "No se nos puede reprochar nada. Vamos a intentar darle la vuelta. Seguro que todos juntos lo conseguiremos. Se ha visto que la unión de nuestra afición y el equipo es buena".

Kameni apuntó a la falta de concentración en el segundo tiempo. "Salimos desenchufados", afirmó el meta camerunés en zona mixta. Allí insistió en el "palo duro" que supone el resultado: "No solo por el derbi, también porque venimos de una derrota dura en Eibar. Delante de nuestra afición, poder sacar la cabeza en esto que nos sumerge". Así, lamenta "no haber podido dar una alegría a la afición" y promete "seguir trabajando muy fuerte" para dar la vuelta a una situación que preocupa.