Momentos difíciles como el que atraviesa el Málaga requieren una fortaleza mental a prueba de bombas. Llega el Leganés, vuelta a La Rosaleda y una necesidad alarmante de puntos. Día de sí o sí. Para sobrevivir, Míchel pide ese extra a la plantilla. Que salga lo que tiene dentro un futbolista en lo que define como una "situación extrema": "Es un momento de futbolistas, de jugadores, de no estar tan pendientes de la alineación, que nos podemos equivocar. Es un momento de conciencia de los jugadores".

La situación es crítica y Míchel insiste en pedir más. Los resultados afectan. "Nadie encuentra regularidad y en todas las se ven afectados. Ningún jugador está al nivel que esperamos, solo Roberto. Cuando el equipo empiece a ganar cualquier jugador de la plantilla va a mejorar el rendimiento", señalaba ayer en rueda de prensa, esperanzado en que tres puntos den un vuelco al estado anímico de los futbolistas.

La derrota en Sevilla previa al parón resultó un punto de inflexión. No lo han pasado bien en estas dos semanas, señala Míchel: "Después del partido de Sevilla dije que había tensión de la mala, y eso no te deja hacer las cosas como sabes y como debes". No obstante, defiende que el despliegue previo al choque ha sido bueno pese al ambiente: "Usamos los parones para que el jugador se sienta seguro, si fuera por la evaluación de los entrenamientos estamos en un momento óptimo. El equipo está bien, decidido que ya no más. No tenemos más remedio que empezar a hacernos fuertes porque la Liga se va alargando".

Hoy estará enfrente una de las revelaciones de la Liga. El Leganés de Garitano, que marcha séptimo tras un arranque brillante. "No es el equipo del año pasado. Es mucho más fuerte, menos temeroso, más seguro de sí mismo. Ha pasado por lo más complejo, es un equipo cuajado, aunque parece nuevo tiene bastante nivel. No es fácil saber por dónde superarle porque tiene muchas alternativas. No va a ser un partido en el que nos sintamos más favoritos, pero lo necesitamos ser sobre el campo. Necesitamos hablar un minuto bien de mi equipo y saber que mañana es el día", describe el preparador malaguista, que añade sobre el conjunto pepinero que es un equipo con "un montón de jugadores buenos, con un trabajo compacto. No es fácil hacerle gol, saben a lo que juegan. En Primera es difícil superar a los equipos".

Hubo nombres que señalar en la rueda de prensa de Míchel. Partiendo de Peñaranda, que se mantiene en la convocatoria tras los "20 minutos buenos" que tuvo en Sevilla. El madrileño defiende que "ha hecho un trabajo igual que cuando vine el año pasado. Era dudoso para todos y jugó contra el Barcelona. Ahora ha vuelto de una ausencia más grave. Se ha tomado las cosas mucho más en serio y es un jugador útil para el equipo". Y a su discurso añade la sorpresa por el buen estado dle jugador a estas alturas: "Si me dicen cuando lo vi en verano que iba a contar con él en la jornada ocho lo hubiera puesto en entredicho. Pero no descarto a nadie, me hubiera gustado una plantilla más corta, pero a todos los considero útiles y a Peñaranda también. Es un jugador que puede actuar en diferentes posiciones también la pasa a Rolan. Sus posibilidades son igual que los demás de poder estar en el once".

También aparecieron en la comparecencia los nombres de Borja Bastón y Ricca, tocados durante el parón y finalmente fuera de la convocatoria: "Hemos estado desde el principio de la semana sin ellos, han hecho dos entrenamientos y tenemos muchos partidos y es lo que hacemos siempre. Estaba reciente la lesión, y no sabemos en qué condiciones podía llegan. Queremos que los 18 estén al máximo". Asimismo, del inédito Cecchini no quiso añadir mucho más. Cuestión de espacio, dice: "Tenemos cuatro centrocampistas en la convocatoria, lo más difícil es dejar a seis futbolistas fuera. Tengo que tomar decisiones. Cecchini trabaja bien, pero si entrase él me preguntaríais por otro".