Málaga C.F.

El plan de Míchel va calando

El Málaga sigue avanzando en el plan diseñado por su entrenador. El equipo transmite en el campo y ha logrado ganar en confianza y juego.

El pasado martes le tocó visitar Granada, acompañado de muchos seguidores que se desplazaron aprovechando la cercanía. El conjunto nazarí no dio señales de vida y fue incapaz de competir ante un Málaga que claramente va de menos a más. El reflejo del equipo es Sandro. El jugador canario no quiere acabar en juguete roto salido de La Masía y se ha posicionado claramente como uno de los jugadores del momento.

Desde el inicio, los de Míchel crearon peligro. De hecho, casi en el nacimiento del partido Keko estuvo a punto de conseguir el primero a pase de Sandro. Camacho la tuvo de manera consecutiva en un disparo desde fuera que mandó a córner Ochoa. El Málaga demostró que sabe manejar las situaciones de centro-remate y los disparos desde larga distancia; Recio se estrelló también contra el guardameta mexicano.

El Málaga, claramente, monopolizaba las situaciones de peligro. Juan Carlos también la tuvo al borde del descanso, atacando la espalda de la defensa, aunque remató ya en posición forzada.

Tras el descanso, Sandro sacó el cañón a pasear. Logró el primero cuando algunos aficionados se tomaban el bocata del intermedio; recibió al borde del área y sacó un disparo ajustado. El Málaga lo intentaba fruto del dominio.

En el ecuador de la segunda mitad vimos a Kameni, fue tras un latigazo desde la frontal de Khrin. En el tramo final Sandro sacó a la palestra su arsenal, primero estrellando un balonazo al palo para después marcar el gol de la sentencia a pase de Ontiveros cuando el partido daba sus últimos coletazos. Míchel y Sandro son el fiel reflejo de un final de temporada que puede reforzar la moral de un equipo que quizás pudo tener mayores aspiraciones el próximo campeonato.

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