No habrá que esperar mucho tiempo para ver a Fornals vestido de amarillo. Es más, esta misma semana podría efectuar su debut si Fran Escribá lo estima oportuno en el amistoso previsto contra el Levante. Pero lo interesante en clave blanquiazul es que muy pronto volverán a cruzarse los caminos del castellonense y el Málaga: será el 11 de agosto, en las semifinales del Trofeo Carranza.

El morbo estará servido, puesto que menos de tres semanas de haber abonado su cláusula de rescisión será adversario de los blanquiazules. Siempre quedará la duda de si su técnico lo alinea o no, puesto que en pretemporada las pruebas son habituales, y más aún teniendo en cuenta que al día siguiente habrá que jugar la final o el tercer y cuarto puesto, hecho que suelen aprovechar los técnicos para diseñar dos alineaciones completamente diferentes.

Aunque, si llega, dicho encuentro no llegará bajo el paraguas de la competición, precisamente. Ya en Liga, hay que proyectarse hacia el 3 de noviembre para encontrar el primero de los enfrentamientos, que tendrá lugar en tierras castellonenses. El choque de vuelta, cuando tenga que visitar La Rosaleda por primera vez como rival, se producirá el último fin de semana de marzo. Salvo lesión o sanción, ahí se podrá medir el impacto real de su marcha. Por el momento, en las redes sociales las reacciones de los aficionados a su adiós no le dejan en muy buen lugar. Hace dos veranos, los Samus también se marcharon al Villarreal y, sin embargo, fueron muy bien recibidos en Martiricos, si bien se fueron en circunstancias distintas, mediando traspaso.