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Ya toca hablar del árbitro

  • Tras el escandaloso 1-0 del Barça el pasado sábado, Míchel y sus jugadores alzaron la voz en contra de los errores de los colegiados

  • Hasta cuatro rivales abrieron el marcador así

Juande Ramos, sentado en su banquillo antes del comienzo del partido contra el Villarreal.

Juande Ramos, sentado en su banquillo antes del comienzo del partido contra el Villarreal. / CARLOS DIAZ / efe

Ser el colista, con un punto de 27 posibles, refleja una larga lista de carencias en cualquier equipo. Déficit de calidad, de orden, de ideas, de físico y de un largo etcétera que no se le presuponen a todos y cada uno de los equipos de Primera División. Al Málaga le faltan algunos, y seguramente su situación actual sea producto de esta misma falta de aptitudes pero, tras nueve jornadas, comienzan a acumularse demasiados errores de bulto de ese agente externo que es el cuerpo arbitral.

"Arbitrar es difícil, ¿pero tanto? No queremos que nos den, pero es que nos quitan mucho", decía Míchel González, entre otras frases, tras el 2-0 ante el Barcelona. Era ya el colmo tras el flagrante error que cometía González Fuertes en el 1-0 de Deulofeu, asistido por Digne al que se le había escapado la bola casi un metro por línea de fondo. No era el único. Luis Hernández, caliente tras el partido, no dejaba dudas: "Yo puedo entender que diga que no lo ve, pero es grotesco. El balón sale medio metro. Una vez más se nos pone el partido complicado con un error arbitral. Van nueve jornadas y hay que decirlo ya".

1-0En el Camp Nou. El gol de Deulofeu termina por hacer explotar a Míchel y su plantilla.

Y es que, en seis de los nueve partidos disputados hasta la fecha por el cuadro blanquiazules, alguna decisión arbitral ha roto el 0-0 inicial o ha terminado por consumir las buenas intenciones de los malaguistas.

Todo empezó en la segunda jornada liguera, tras caer en La Rosaleda ante el Éibar, el Málaga visitaba al Girona en Montilivi. Aquel encuentro acabó 1-0, y sí, fue en fuera de juego. Alcalá anotaba tras un despeje de Roberto a disparo de Portu. En el instante del disparo del mediapunta, el central estaba en posición ilegal y el línier no tuvo ningún obstáculo en su campo de visión para no decretarlo.

No sería hasta la quinta jornada, tras un pobre encuentro ante Las Palmas en casa (1-3) y un cara a cara ante el Atlético que se llevaron los colchoneros (1-0), cuando el árbitro volvía a ser protagonista en Mestalla. El Valencia ganaba 1-0 cuando Zaza hacía el segundo. El tanto no debió subir al marcador ya que Santi Mina, en fuera de juego, intenta disputar el centro de Carlos Soler. Aquello fue el inicio de la debacle, las siguientes jornadas hasta esta última tendrían polémica.

Visitaba el Athletic de Bilbao La Rosaleda en el único partido en el que acabaría puntuando el Málaga (3-3). El 1-2 que firmaría Williams vino precedido de una clara falta de Muniain sobre Kuzmanovic -pese a que se confiara-. De hecho, la acción acabó por desquiciar al serbio que sería expulsado. Los blanquiazules, pese a ello, respondieron con dos chispazos de Baysse y Rolan.

Llegó el Sánchez Pizjuán y de nuevo, protagonismo arbitral. El colegiado dictaminó una pena máxima por una teórica entrada de Rosales sobre Correa. La televisión dejó claro que no hubo ni contacto. El Sevilla abría el marcador en el 68', gracias al inexistente penalti que transformaba Banega y tras una primera parte igualada.

Ante el Leganés nada cambió. Los madrileños abrían la lata con un gol de Gabriel previo fuera de juego de Siovas, que toca el esférico. El sexto y último -por ahora- fue el del ya mencionado Deulofeu en el Camp Nou el sábado.

Seis errores, seis losas que se suman a la pobre y desacertada dirección deportiva, al nivel de la plantilla y a la incapacidad de Míchel de sacar punta a su plantilla. Una serie de catastróficas desdichas para ser el colista de Primera.

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