Estreno europeo

“Aquella fue nuestra champions”

  • Contreras, Romero y Manu lamentan “no haber jugado la final ante Mourinho y decir adiós sin perder un partido”

La Intertoto dio al Málaga una invitación para agrandar el pabellón español en Europa. Celta, Betis y Alavés, clasificados por derecho liguero, portaban el blasón la temporada 02/03. Los blanquiazules se colaron en una fiesta minada de campeones de Europa. Estrella Roja, Liverpool, Celtic, Oporto. Estos dos, capitaneados por Henrik Larsson y Jose Mourinho, libraron la final de La Cartuja. Los demás cayeron antes que los de Joaquín Peiró. Desde entonces han pasado casi diez años, en la mente de sus protagonistas es un recuerdo siempre fresco. “Porque aquello fue nuestra Champions”, relatan con emoción.

Koke Contreras, Gato Romero y Manu Sánchez, tres de los héroes que continúan afincados en Málaga, se juntan para quitarle el polvo al trayecto. Una vez abren la boca, la conversación dura horas. “No es comparable a lo de ahora, son épocas muy distintas. Pero tuvo un mérito increíble. Nadie daba un duro por nosotros”, dicen al alimón.

El partido del estreno llevó al Málaga a jugar sobre un cementerio contra el Zeljeznicar, los trabajadores del ferrocarril. Sus instalaciones, en Sarajevo, habían servido como mortuorio y campo de concentración durante la Guerra de los Balcanes. Manu todavía recuerda impactado “cómo se le saltaban las lágrimas a Leko recordando lo que le tocó sufrir de ella en Split”. “La sensación es de que la guerra había sido el día anterior al partido”, corrobora Koke.

Le dio el relevo el Amica Wronki, otro equipo de poco nombre pero que había protagonizado la proeza de la anterior fase al despedir al Glasgow Rangers. “Un equipo de una ciudad enana”, es el mejor recuerdo que tienen. Hasta que el Gato precisa: “Hey, no olvidéis mi gol en La Rosaleda, ese empate clave antes del descanso”. No llegó a diez goles como blanquiazul, así que los recuerda como la cara de sus hijos. Contreras acierta a rememorar que se quedaron en Berlín y que el Hertha les prestó su autobús para los desplazamientos. Pero no del paso fronterizo de Alemania a Polonia. “¡Si subieron con metralletas al bus!”, le espeta el fuengiroleño.

Con el Leeds United la cosa se puso mucho más seria. “Venían de una gran Champions el año anterior. Asustaban los Kewell, Viduka, Smith, Fowler, Woodgate o Bowyer. “El que le pisó el cuello a Gerardo”, reseña Manu. “Da igual, yo luego le pisé a otro de ellos en la entrepierna”, ríe Romero, que se apena de súbito al subrayar que solo “había 10.000 personas en las gradas”, sin duda el peor legado de todos los que conservan de ese viaje europeo. “Les dimos un baño en Elland Road, sobre todo cuando entró Sandro en el segundo tiempo”, dicen orgullosos.

Jugaron bajo cero en Inglaterra, eso tampoco se olvida, y apenas semanas después tenían una cita con el infierno. “Koke, ¿te acuerdas dos horas antes de empezar el partido del campo lleno con las bengalas y el ruido que hacían?”, pregunta Manu. Él mismo se responde con sorna: “Pues llegamos nosotros y lo apagamos, y eso que llevaban dos años sin perder allí”. Lógico que monopolice esa conversación. “El héroe de Atenas”, fue el apelativo que se trajo el malagueño. Su gol con la zurda tumbó a los nueve griegos del AEK que un año después integrarían la plantilla que Otto Rehhagel hizo campeona de Europa.

Y la emoción fluye al hablar de lo que ocurrió en Do Bessa. Romero recuerda el gol de la ida de Dely Valdés, de cómo lo celebró paseando una bandera del Málaga que le tiraron. Contreras frunce el ceño al hablar del arbitraje de Collina en la ida: “Permitió que nos pegaran por todos lados”. También compara el gol que le metió Luiz Claudio, el que forzó la prórroga de falta a siete del final, con el de Cazorla en el Bernabéu. “Antes ya pidieron un gol fantasma que entró, se vio claro por la tele”, le inquiere el Gato, sancionado entonces. “No entró, el balón estaba fuera”, replica. “Hay que ver la que tuvo Dely luego”, lamenta Manu. “Y la de Bravo”, añade el charrúa. “Ricardo está en el suelo y le viene al cuerpo”. No hablan del meta. Tampoco recuerdan el corte de mangas que le hizo Miguel Ángel, el único capaz de batirle en la tanda de penaltis. Contreras sella el recuerdo con una frustración: “De ganar habríamos llegado seguro a la final. ¡Ante Mourinho! Y nos fuimos sin perder un partido”.

5 Cuartos de final

Los malditos penaltis de Do Bessa

Dely Valdés, de penalti, cerró un partido parejo en La Rosaleda. Se avecinaba el 0-0 en la vuelta cuando Luiz Claudio marcó un gran tanto de falta que provocó la prórroga. En los penaltis, Leko y Bravo fallaron frente a la plena puntería de los lusos. 

4 Octavos de final

El infierno de Atenas supo a gloria

La ida en Martiricos fue un duelo de precauciones. El hostil ambiente del Nikos Goumas no empequeñeció al Málaga. Manu, con la zurda, aprovechó en la primera mitad un servicio de Musampa. De ahí al final, la renta nunca peligró. 

3 Dieciseisavos de final

Contreras aguantó y Dely resolvió 

El Málaga se llevó otro 0-0 a la vuelta. Gracias a Contreras, imperial ante Alan Smith. En la vuelta, Dely Valdés, el hombre gol en Europa, puso la eliminatoria en bandeja. Igualó Bakker, pero en la segunda mitad los de Joaquín Peiró fueron un huracán. 

2 Dieciseisavos de final

Más sudor del previsto frente a los polacos 

No se había cumplido ni un minuto cuando el Amica marcó para avisar que el pase sería difícil. Remontó a tiempo el Málaga en La Rosaleda y, pese a que Darío apuntalaba el pase en Polonia, el Amica empató. Un gol de Musampa trajo la calma. 

1 Primera Ronda

Un gris pero efectivo debut europeo 

El Zeljeznicar era una cenicienta. No obstante, los blanquiazules solo pudieron marcarles un gol en la serie. Fue Dely Valdés en un penalti provocado por el bullicioso Koke quien sentenció la clasificación tras el triste empate sin goles en Sarajevo. 


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