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El axarco, una moneda social

  • Hace 30 años en la comarca se llevó a cabo una experiencia similar a la que ahora tratan de aplicar ayuntamientos de diferentes ciudades de Europa, como Bristol, Toulouse o Barcelona

+pueden denominarse monedas sociales, complementarias, locales o de consumo. Algunas pueden tener algún trasfondo solidario o de cooperativismo y otras incluso turístico para promocionar de una forma singular una determinada zona. Posiblemente, este fue uno de los usos con el que nació el axarco, una moneda que se puso en circulación en la comarca de la Axarquía hace casi treinta años. Antonio Gámez Burgos fue su creador y consiguió implicar en el proyecto a los ayuntamientos y comercios convirtiéndose en los precursores de este tipo de forma de pago que hoy en día ha empezado a extenderse por el mundo. Actualmente, existen más de 4.000 diferentes. Se pueden encontrar en Toulouse (Francia) desde hace apenas un mes, en Bristol desde hace cuatro años y en diferentes regiones de Italia y Alemania. En España, hay actualmente más de 70 iniciativas similares. La última que quiere poner en curso esta moneda social es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Su pretensión es activarla el próximo año para reanimar el empleo local y beneficiar a las pequeñas y medianas empresas.

"Nació para unificar una comarca y como respuesta al euro y su implantación fue variable. En algunos municipios como en Vélez -Málaga fue bastante extendido, en otros, fue más puntual", recordó José Luis Gámez, uno de los cinco hijos del creador del axarco. Un veleño, licenciado en Ciencias Químicas aficionado a las letras y a la historia andaluza quien vio como después de su aventura numismática se iniciaron proyectos similares en otros municipios de España.

"No recuerdo si entonces le consultaron a mi padre cómo poner en marcha este sistema de pago, pero a mí sí han invitado a varios encuentros sobre monedas sociales para que explicase la experiencia con los axarcos", comentó uno de los herederos.

Con los axarcos, y su fracción el axarquillo, se podía comprar de todo. Eso sí, dependía de quien aceptase los axarcos. Grandes comercios de la capital de la comarca apostaron por ellos, pero principalmente fueron los negocios de hostelería que colgaban en sus establecimientos el cartel "Se aceptan axarcos".

Entre ellos, los bares El Oasis, La Peña donde El Gamba dejó mucho tiempo el cartel o el bar El Cruce donde Benito y sus hijos fueron grandes defensores de estas monedas que también vendían. De hecho, son de los pocos que tienen la colección de oro que se acuñó. Los axarcos se podían comprar en muchos de estos negocios, pero también se podían adquirir en algunos bancos o directamente a Antonio Gámez.

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