El festival de música Starlite, que celebra su sexta edición en Marbella, ha anunciado este viernes que sopesa "de forma seria" su traslado a otra ciudad para el próximo año como consecuencia de la "actitud obstaculizadora" del Gobierno municipal.

La organización del festival ha adelantado, en un comunicado, que ya ha iniciado conversaciones con los ayuntamientos de otros municipios que han trasladado su interés de albergar las próximas ediciones.

Ha informado además de que se plantea acometer acciones judiciales contra el Consistorio marbellí y contra sus responsables para defender los intereses del festival, al considerar que la conducta de la Corporación es "contraria a la legalidad".

La organización se propone "demostrar jurídicamente que la catalogación dada por el Ayuntamiento al festival en la edición de este año no es conforme a derecho".

Ha anunciado además que reclamará en sede judicial los daños y perjuicios que "la postura del Ayuntamiento está generando" y ha criticado que el equipo de Gobierno, "desconociendo la calificación del festival como actividad de interés general por la Junta de Andalucía, ha insistido en encorsetar jurídicamente la actividad que desarrolla Starlite".

En este sentido, ha explicado que el Ejecutivo local condiciona el cumplimiento de un programa cerrado hace más de un año a "autorizaciones singulares de horario que tramita día a día".

"De manera que las sesiones que no cuentan con tal autorización, se saldan con cancelaciones de actuaciones, devoluciones de entradas y pérdidas de puestos de trabajo y de remuneraciones para el personal que directa e indirectamente participa en Starlite", han indicado los organizadores.

Según Starlite, mientras que el festival muestra un "escrupuloso respeto a la legalidad vigente", la presente edición "transita por la senda de la más absoluta inseguridad jurídica".

"Cada edición del festival tarda más de un año en programarse, pues así lo impone la agenda de los artistas de primer nivel que en ellas se dan cita y que acceden, por la reputación ganada, a actuar para no más de 3.000 personas, cuando lo normal es que lo hagan en recintos con capacidad para más de 30.000", señala el comunicado.

Para la organización, el equipo de gobierno de Marbella "no parece haber comprendido tal extremo" y en esta edición otorgó la autorización para la celebración del festival "con apenas 72 horas de antelación a la fecha prevista para la apertura de puertas".

Starlite lamenta que "poco le ha importado el relevante retorno económico que la ubicación del festival en Marbella reporta para la ciudad" y que "se eleva a más de 80 millones de euros en los últimos cuatro años".

Según los promotores del evento musical, seguirán solicitando todas las autorizaciones precisas para cumplir íntegramente el programa proyectado en la edición del 2017 y "queda en manos del Ayuntamiento justificar por qué unos artistas van a poder actuar en el festival y otros no, sin incurrir en discriminación".

El Ayuntamiento marbellí ha incrementado el canon que deberá abonar Starlite en esta edición más de un 1.600 por ciento, pasando de los 7.000 a los 121.000 euros anuales.