Salvador Moreno Peralta. Arquitecto

"El objetivo es que Torremolinos vuelva a estar en una posición de vanguardia"

El autor del proyecto, el arquitecto Salvador Moreno Peralta.

El autor del proyecto, el arquitecto Salvador Moreno Peralta. / E. m.

-¿Estamos ante un cambio de tiempo en Torremolinos?

-Efectivamente, estamos ante un cambio de espacio y a la vez ante un cambio de tiempo porque se trata de pasar de una ciudad que había estado embalsamada durante mucho tiempo y bloqueada en un pasado de deterioro a un nuevo tiempo que se supone más esperanzador. Torremolinos, al igual que han hecho otras localidades de la costa, y más que ninguna, necesitaba ser actualizada.

Torremolinos, igual que otras localidades de la Costa, y más que ninguna, necesitaba ser actualizada"

-¿Era necesario un cambio de modelo urbano?

-Absolutamente necesario. Primero era necesaria esta obra precisamente como el principio de un cambio de modelo que continuará con otras muchas que el Ayuntamiento ya ha anunciado y que seguirá incluso con la construcción futura del gran parque comercial y de ocio. O sea que es el inicio de un cambio de modelo que era absolutamente imprescindible. Todas las ciudades de la Costa ya lo han hecho y faltaba Torremolinos, que partía de una situación bajo mínimos, desde el punto de vista presupuestario y también desde el punto de vista de su deterioro, llegando a unos niveles verdaderamente preocupantes que hacían más urgente que en otros sitios este trabajo de actualización.

-¿Y por qué no se había planteado antes?

-La actualización de Torremolinos ya se planteó en el año 1994 con el Plan Future, que era precisamente una experiencia piloto de rehabilitacion de los municipios turísticos saturados. Sin embargo, nada de lo que en él se planteó se ha llevado a efecto, con lo que hemos perdido más de dos décadas que han sido fundamentales.

-¿Y qué supone este proyecto para la ciudad?

-Es un redescubrimiento de una centralidad histórica. La historia de Torremolinos no es una historia de 500 años, sino de 40, con lo que lo que nos vamos a encontrar es la memoria de lo que había allí hace cuatro décadas: la sala de fiestas El Mañana, el Vips, el Pedro… todo ese bullicio que había hace 40 años en esa plaza, que era el corazón de Torremolinos, que a su vez era el corazón de la Costa del Sol. Estamos hablando de un centro de centros, un auténtico epicentro.

-¿Cuál es el objetivo final de todo esto?

-A Torremolinos había que hacerle justicia. Torremolinos había sido pionero en muchos aspectos, fue una isla de creatividad, libertad y diversión. Luego acabó degenerando en un modelo puramente inmobiliario. Pero Torremolinos siempre estuvo respondiendo lo que la demanda en cada momento pedía. Y luego no se ha estado a la altura de las circunstancias para regenerar esos valores profundos que Torremolinos tiene y me refiero a valores de modernidad, de vanguardia. Por eso hay que hacerle justicia. Va a costar mucho trabajo, pero el objetivo final de todo esto es que de alguna manera Torremolinos vuelva a estar en una posición turística, geográfica y culturalmente de vanguardia.

-¿Cuál cree que debe ser el futuro modelo de Torremolinos?

-La histora de Torremolinos nos enseña que siempre fue vanguardia en las libertades, en su forma de divertirse, en sus ofertas turísticas, y vanguardia en la diversidad, que es un tema absolutamente fundamental en Torremolinos, que es precisamente una de las bases de sus principales valores potenciales. Torremolinos es tremendamente diverso. Y ahí estaría la respuesta sobre cuál puede ser el modelo: hoy día la riqueza urbanística de los lugares está precisamente en la mayor o menor diversidad que puedan ofrecer. Un sitio es más o menos rico urbanisticamente cuanto más diverso es. Y Torremolinos es muy diverso: tiene magníficas playas, una gran oferta hotelera, un palacio congresos, paisajes, barrios estupendos, lugares de marcha, lugares históricos como la calle San Miguel, El Bajondillo, la torre Pimentel, y la proximidad al aeropuerto. Lo que pasa que esas diversidades potenciales hay que transformarlas en valores reales, y sobre todo recuperar ese ambiente de libertad que Torremolunos pudo exhibir hasta que decidieron cerrarlo.

-¿Cree que el proyecto de peatonalización supondrá un revulsivo para el comercio local?

-Claro, está absoulutamente demostrado, y ahí esta Fuengirola, Estepona y Málaga sin ir más lejos. La peatonalización de áreas centrales ha servido entre otras cosas para una apropiación ciudadana de esos espacios, y luego indudablemente ha aumentado enormemente el valor patrimonioal y comercial de los inmuebles y locales que dan a esos espacios. Inevitablemente se producirán ciertas molestias mientrasduren las obras, aproximadamente un año, pero después el resultado será muy positivo.

-¿Cuáles serán algunos de los principales cambios que se verán a partir de los próximos meses?

-Hasta ahora lo que se ha hecho en ese espacio es cerrarlo al tráfico, y es hoy cuando empieza la peatonalizacion. La diferencia está en que peatonalizarlo es acondicionarlo para que el peatón sea el dueño de un espacio embellecido y acomodado al uso peatonal.

-¿Y por qué se caracteriza?

-En definitiva son tres los elementos fundamentales: la pérgola, la casa María Barrabino y el tratamiento general del pavimento. Luego lo que es propiamente la plaza Costa del Sol, donde ya por haberlo cerrado al tráfico se ponen ferias, kioskos, pues le damos carta de naturaleza a ese espacio, significándolo con una enorme pérgola que hace unas ondas y lo que pretende es crear una especie de mercado abierto. Y justo ahí debajo, en esa parte del paseo habrá zonas de estancias, de juegos de niños, tarimas de madera para que los músicos puedan cantar y láminas de agua.

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