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La venta fantasma de los dos hoteles Guadalpín

  • La empresa Lumitran aportó 150.000 euros para hacerse con los complejos pero nunca acudió al notario para formalizar la operación

Vista de uno de los dos complejos Guadalpín, de Marbella, en los que Aifos exploró la fórmula del condominio hotelero. Ahora solo permanece uno abierto.

Vista de uno de los dos complejos Guadalpín, de Marbella, en los que Aifos exploró la fórmula del condominio hotelero. Ahora solo permanece uno abierto.

La venta de los dos hoteles Guadalpín de Marbella a la empresa Lumitran ha resultado finalmente un fiasco no exento de interrogantes. La empresa depositó 150.000 euros como garantía de una operación valorada en más de 23,6 millones de euros. El compromiso de la entidad pasaba por aportar 2,7 millones de euros y asumir deudas por el resto del importe. Además, afirmaba que había conseguido que los bancos perdonaran 44 millones en créditos hipotecarios impagados. Sin embargo, nunca acudió al notario para formalizar la compra, a pesar de recibir un requerimiento judicial y a pesar también de que perdió el aval de 150.000 euros.

Los hoteles Guadalpín eran propiedad de Aifos, a través de una sociedad que sucumbió a la crisis de la promotora, de modo que entró en un concurso de acreedores que la condujo a la liquidación en octubre de 2014.

El juzgado requirió a la empresa que asistiera a una reunión en la notaría a la que nunca asistió23,6Millones. Lumitran ofreció 2,7 millones y asumir casi 21 millones de euros en deudas

Los administradores concursales pusieron a la venta los dos hoteles y en junio de 2015 el juzgado de lo mercantil número 1 acordó la venta a Lumitran porque era la que había presentado la oferta más generosa por estos activos. A partir de ahí todo lo que ocurrió resulta al menos en apariencia inexplicable. Apenas un mes después de que el juez optara por autorizar la venta a Lumitran, los administradores concursales le remitieron un burofax para que compareciera el 30 de julio de 2015 en la notaría y formalizara la compra. A instancias de Lumitran la operación se completaría en un segundo encuentro a celebrar en septiembre de ese año al que nunca acudieron.

La administración judicial pidió entonces ayuda al juzgado de lo mercantil. El magistrado firmó poco después una providencia y un auto en los que instaba a Lumitran a que acudiera al despacho del notario el 22 de diciembre de 2015 para completar la operación de compra de los dos hoteles Guadalpín en las condiciones acordadas. Le advertía que si no acudía a esa reunión perdería los 150.000 euros que había depositado como garantía.

Los representantes de Lumitran recurrieron tanto la providencia como el auto judicial, pero la actual magistrada del juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga, María Jesús del Pilar, rechazó ambos recursos. "Desconoce esta juez los motivos reales que han llevado a la adjudicataria a no acudir a la notaría y a no firmar la escritura pública, pero si a alguna parte se le ha causado un perjuicio ha sido a los acreedores del concurso y a la propia concursada, en ningún caso a Lumitran", indicaba la magistrada en la resolución que dictó en junio de 2016 en el que rechaza el recurso e impone el pago de las costas a los recurrentes.

Cuando Lumitran apareció en la escena local se dijo que se trataba de un fondo de capital extranjero, sin embargo, existe muy poca información pública sobre la entidad. El Registro Mercantil solo permite averiguar que la sociedad se constituyó en octubre de 2013 como sociedad limitada y un capital social de 3.000 euros. Su primer domicilio lo tuvo en Tres Cantos (Madrid) y su primera administradora única fue Isabel Herrera Tur, una economista que figura o ha figurado en varias decenas de sociedades mercantiles. En 2014 cesó en el cargo y la administración única de Lumitran, de acuerdo con el Registro Mercantil, recayó en Joaquín Palacios Sanz, al tiempo que el objeto social se ampliaba más allá de la promoción inmobiliaria para entrar en el campo de la compra de crédito a entidades financieras.

En septiembre de 2015, o sea poco después de que Lumitran presentara la oferta de compra por los hoteles Guadalpín, se produjeron nuevos cambios. Entró en la entidad como administradora única I.F., una abogada vinculada societariamente con cerca de una decena de entidades. En esa misma ocasión el domicilio se trasladaba a la calle Puerta del Mar de Málaga y unos meses después a la calle Notario Luis Oliver de Marbella.

Coincidiendo con todo este proceso, la magistrada retiró a los administradores concursales de los hoteles Gudalpín. La decisión la ejecutó a través de un auto en el que ponía de relieve la falta de transparencia de la gestión de los profesionales que se habían ocupado de la gestión de estos activos. Desde enero del año pasado, la administración judicial de los hoteles Guadalpín la ostentan los mismos profesionales que se ocupan de la gestión de los bienes de la promotora Aifos y que ahora de nuevo buscan un comprador.

Mientras, los hoteles Guadalpín asisten desde la barrera al histórico repunte turístico que ha vivido la provincia. La actividad hotelera desapareció el Guadalpín Marbella en la primavera de 2011, dejando a 119 personas sin empleo a los que, además, adeudaba varias nóminas. Desde entonces el complejo funciona como un edificio de apartamentos. Sin embargo, el Guadalpín Banús sí sigue operativo como condominio hotelero y dispone de más de un centenar de trabajadores. Es decir, se trata de un edificio de apartamentos que se ofrecen en régimen de hotel cuando no son ocupados por sus dueños. La responsable de Hostelería del sindicato Comisiones Obreras en Málaga, Dolores Villalba, subraya la "rentabilidad" de este complejo, a pesar de que empieza a acusar el paso de los años porque "no se le hacen más mejoras que las estrictamente imprescindibles".

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