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Una cooperativa de castañas pone en marcha un secadero para generar valor

  • Los responsables de la empresa se muestran muy satisfechos con los primeros resultados

Varios de los trabajadores en el nuevo secadero.

Varios de los trabajadores en el nuevo secadero. / javier flores

Durante décadas las castañas del Valle del Genal únicamente se comercializaron en fresca, recién recogidas, aunque en los últimos años han ido surgiendo algunas empresas que se han dedicado a su transformación, incluso algunas de ellas elaboran productos finales para la venta al cliente, como es el caso de la cooperativa La Molienda Verde, que elabora diferentes postres.

Recientemente, desde el Consistorio de Pujerra se daba a conocer la iniciativa municipal para la puesta en marcha de una fábrica de producción de harina, que este año ha sido la primera temporada en la que entró en funcionamiento tras la adjudicación de la explotación de las instalaciones a un empresario local.

Ahora, la cooperativa Castañas Genal, ubicada en la localidad de Parauta y que cuenta con unos 30 socios, también ha iniciado la transformación primera de este fruto, acometiendo el secado de la castaña, paso previo a que pueda ser utilizada para otras elaboraciones, como, por ejemplo, la propia producción de harina.

Además, las instalaciones cuentan con la peculiaridad de que utilizan la propia leña procedente de las limpiezas de los castañares para realizar el proceso de calentamiento para su secado, lo que permite darle utilidad a esta leña que en muchas ocasiones se quema en el propio campo.

Diego Guerrero, presidente de la cooperativa, explicó que "desde la cooperativa de Parauta se ha creado una marca paralela con la que vamos a comercializar la castaña, se llama El bosque comestible y con ella queremos revalorizar el producto ofreciéndolo perfectamente envasado en diferentes formatos".

Antes de la puesta en marcha del secadero, una representación de la cooperativa se desplazó hasta el norte de España, especialmente a la zona de El Bierzo, en la que sí se realiza este tipo de práctica desde hace bastante tiempo.

En cuanto al procedimiento empleado para el secado, Guerrero señaló que "el mismo se inicia a temperatura ambiente, la cual se va aumentando paulatinamente 5 grados cada día hasta llegar a un máximo de 45 grados para evitar el tostado del producto, puesto que de lo que se trata es de conseguir la deshidratación", al que la cooperativa Castañas Genal consigue en seis o siete días.

Por otra parte, sobre los resultados iniciales del secadero, Guerrero señaló que "este año nos hemos sorprendido porque se ha comprobado que la calidad del producto es superior. Al estar esta temporada el fruto muy soleado, el sabor de la harina y la castaña en seco es fabuloso".

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