Estrenado el verano oficial, pero con temperaturas estivales desde hace semanas, los corcheros se han adentrado en los tupidos bosques de alcornoques para iniciar la campaña del descorche, que suele suponer una de las principales partidas de ingresos para aquellos municipios que tienen la suerte de poseer este tipo de árbol en sus propiedades, como es el caso de Ronda, aunque sus montes está situados dentro del término municipal de Cortes de la Frontera y en el límite con Cádiz.

De hecho, el intenso calor que reina en la zona, con temperaturas máximas próximas a los 40 grados, están haciendo que los responsables municipales rondeños comiencen a barajar seriamente la posibilidad de ampliar la plantilla de corcheros para poder acelerar estos trabajos, ya que, de continuar la misma tónica, el calor podría provocar que las corchas no estuviesen en condiciones de ser extraídas sin dañar al árbol, lo que obligaría a suspender la saca, como ya ocurrió en alguna ocasión.

Una posibilidad que en el Consistorio no quieren ni oír, y es que el juego están 550.000 euros, una inyección económica para las arcas municipales que nadie quiere poner en juego, ya que, dejando de un lado los ingresos vía impuestos y tasas, y de las partidas más grandes que recibe el Ayuntamiento rondeño.

De momento, las cuadrillas trabajan con normalidad en tres zonas de saca de los montes públicos, que son determinadas por los años que llevan sin descorcharse y en función de la parcelación realizada por los técnicos municipales para que todos los años exista campaña. En cuanto a la producción, este año se espera una campaña de unos 400.000 kilos de buena calidad, aunque algo inferior a la del pasado año, cuando el corcho rondeño presentó una calidad excelente, incluyendo unos 15.000 kilos de corcho bornizo.