El proyecto para la construcción de un aeródromo en el término municipal de Ronda, en concreto a unos 500 metros de la pedanía de Los Prados, deberá seguir el procedimiento ordinario establecido en la legislación. La resolución de impacto ambiental emitida por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, tras haber recibido los informes de las diferentes consejerías de la Junta de Andalucía y las alegaciones realizadas por la asociación ecologista Silvema Serranía de Ronda, se pronuncia en ese sentido: "No se puede descartar que el proyecto Aeródromo de Ronda (Málaga), pueda producir impactos adversos significativos, por lo que se considera necesaria la tramitación prevista en la sección primera del capítulo II del título II de dicha Ley", indica la resolución.

De este modo, el Ministerio descarta que el proyecto pueda ser tramitado mediante evaluación de impacto ambiental simplificada, apartado que se reserva para aquellas actuaciones que se considera que no tienen efectos significativos sobre el medio ambiente.

Aunque en la resolución se reconoce que el proyecto se plantea en una zona que no está afectada por ninguno de los espacios de la Red Natura 2000, sí que apunta a que existen varios de ellos en sus proximidades, indicando que "se considera que la zona de actuación se encuentra dentro de los hábitats de campeo y dispersión, de gran importancia para las aves nidificantes en las sierras y serranías circundantes".

A lo largo del extenso informe, se considera que deben realizarse estudios en mayor profundidad de diferentes aspectos, tanto los relacionados con la afección a la fauna y flora existente en la zona, como sobre una posible afección a las rutas migratorias de las aves que se dirigen hacia el estrecho de Gibraltar.

De igual modo, se incide en la necesidad de profundizar en otros aspectos. Habla por ejemplo como requisito imprescindible de una prospección arqueológica "intensiva" en el área ante la existencia en las proximidades de la zona de actuación de dos importantes yacimientos arqueológicos.

Por otra parte, también se apunta a las posibles sinergias con otros aeródromos cercanos, señalando que "el documento ambiental no analiza los posibles efectos acumulativos o sinérgicos del proyecto; sin embargo, según indican algunos informes, podrían existir efectos acumulativos con otros aeródromos, helipuertos u otro tipos de instalaciones para la navegación aérea cercanos", entre los que destaca la base contra incendios situada a una distancia de unos 2,8 kilómetros.

En cuanto al proyecto en sí, los promotores plantean la construcción de una pista de 800 metros y hangares con un espacio de 1.000 metros cuadrados, en los que se prevé albergar hasta un máximo de 10 aeronaves. Mientras tanto, sobre la actividad de este futuro espacio aéreo, se apunta a que tendría una media de cinco vuelos diarios, calculando un volumen de unas 1.500 operaciones al año, eso sí, se trataría de un espacio de uso privado. No obstante, podría ser utilizado en caso necesario para evacuaciones o para la lucha contra incendios forestales.

Precisamente, durante la exposición de los informes, también se recoge que por parte de la Patrulla Verde de Ronda se habría procedido a interponer una denuncia por movimientos de tierras en una zona que aseguran que se corresponde con este proyecto.