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Málaga, ayer y hoy

El paseo más burgués

  • El Paseo de Sancha, llamado así por el ingeniero y empresario que lo construyó, albergó durante principios del siglo XIX a la clase alta de la ciudad que buscaba diferenciarse

Siguiendo el viejo camino de Vélez o la carretera de Almería se fue conformado el área residencial al este de la ciudad. Esta vieja vía de salida y entrada de Málaga a través del litoral oriental fue adquiriendo diversos nombres para cada uno de sus tramos. En el Paseo de Sancha se consolidó plenamente la zona estrictamente residencial del este, entre La Caleta, El Limonar y Bellavista, y a diferencia de otros barrios en la misma época, sí había un aceptable nivel de urbanización. Había aceras y alumbrado, y tranvía tan elitista en sus primeros tiempos y tan importantes en la articulación de la zona de expansión del este.

La Caleta se había convertido a lo largo del último tercio del siglo XIX en el barrio residencial por excelencia de la ciudad. Este moderno y elegante barrio había sido construido por una sociedad que explotó los terrenos dedicándolos a edificaciones de alta calidad, según el proyecto del ingeniero José María de Sancha. El nuevo barrio que se estaba conformando por aquel entonces se caracterizó, según el historiador Víctor Heredia, por una tipología arquitectónica claramente definida: el hotelito o chalé de recreo. Se trataba de construcciones aisladas y rodeadas de un amplio jardín. Muchos de estos establecimientos hosteleros fueron ocupados por las familias burguesas locales más adineradas, pero otros eran alquilados o adquiridos por gentes acomodadas del interior como residencias de invierno o verano, y algunos fueron convertidos en pequeños alojamientos de alta calidad.

En esta zona el principal promotor fue el ingeniero y empresario José María de Sancha (1838-1890), quien desde los años setenta emprendió la urbanización de estos terrenos, ofertando unas tipologías de vivienda adaptadas a los gustos y necesidades de una burguesía que ansiaba diferenciarse de las clases obreras. En 1879 formó la sociedad José Mª de Sancha y Compañía con la que urbanizó y parceló los terrenos, que comenzaron a ocuparse con hoteles unifamiliares rodeados de jardines en los años siguientes. El nombre del promotor quedó fijado tanto en el Paseo de Sancha (que adoptó esta denominación de forma oficial en 1887) como en las laderas urbanizadas, conocidas como Monte de Sancha. Aunque ha perdido parte de su encanto original como zona de lujosas villas burguesas, el Paseo de Sancha, actualmente con mucho más tráfico y edificios más grandes, sigue conservando ese aire aristocrático de barrio tranquilo, próximo al mar y caracterizado por una abundante vegetación, con varios árboles de gran porte y singularidad.

l el desarrollo urbanístico de una zona. Un de los hitos en el desarrollo urbanístico del oriente malagueño se debió a la iniciativa de Sancha, quien en 1885 creó la sociedad Sancha, Junguito y Compañía, que adquirió por 80.000 pesetas unos 100.000 metros cuadrados de terreno pertenecientes a las fincas El Limonar y San Agustín, para vender después las parcelas a tres y cuatro pesetas el metro cuadrado. Aún permanecen en pie algunas de estas elegantes villas, como la Casa Árabe, luego llamada Villa Cele-María, con su fachada de ladrillo y azulejos, y que aparece en la fotografía. Esta villa, con planta de cruz griega y de estilo neomudéjar, fue construida por el propio José María de Sancha para su residencia en la década de 1880, antes de trasladarse por motivos laborales a Vigo, donde falleció poco después. Aunque realmente no llegó a habitarla, ya que se deshizo de ella para invertir en sus negocios inmobiliarios.

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