Bebe. Cantante

"Ahora la gente va a lo suyo y yo, a lo mío"

  • Con 'Un pokito de rockanrol', la extremeña inicia el viernes en Andalucía la gira del disco.

Han pasado ya casi ocho años de aquel Malo, ese himno contra la violencia de género, que la catapultó a un reconocimiento que le costó digerir. La carretera, la maternidad y los afectos le han templado el ánimo a María Nieves Rebolledo -Bebe para los amigos y los que la detestan- aunque, a su pesar (según confiesa) sigue protagonizando polémicas ajenas a su música. Tras la colaboración con Carlos Jean con Pafuera telarañas (2004) e Y. (2009), en Un pokito de rockanrol (EMI) -que sale hoy a la venta- se ha puesto a las órdenes de Renaud Letang, productor de Manu Chao. El viernes inicia la gira en la sala Custom.

-¿Qué relación tiene con Sevilla?

-Aparte de que me encanta, nos apetecía mucho empezar por el sur [el sábado está en Málaga, en la sala París 15]. Además la Sala Custom es de la gente con la que trabajamos [Riff Producciones].

-Ha dicho que uno de sus últimos hallazgos son los Pony Bravo.

-Me gustan muchísimo. No me gustan las comparaciones pero tienen ese rollo salvaje de The Doors.

-Aunque los Cantajuegos se ha convertido también en la banda sonora de su vida.

-Sí, sí, 100%. En mi casa los Cantajuegos se escuchan todos los días y el chu-chú-guá y cosas así.

-¿Y su música le gusta a su hija?

-Sí, sobre todo las que son muy animadas, como K.I.E.M.E.R.E. y Qué carajo. A los niños les gustan las canciones que son enérgicas, con las lentas te dicen "Pásala, pásala".

-"No me acostumbro a tanto hijo de puta chupando del bote..." El primer tema es un canto de la indignación.

-Al principio se iba a llamar No me acostumbro, pero al final se quedó ABC porque a lo que no me acostumbro no es a ninguna cosa rara, sino al sota, caballo y rey de la vida.

-Habrá tenido un filón con los lemas del 15-M.

-Esa canción está escrita hace tres años. Ya me venía quejando, venía sin estar acostumbrada hace tiempo... Pero ha coincidido con todo esto y quien quiera recibirlo de esa manera me parece bien. Al fin y al cabo, es algo que pensaba hace tres años y sigue pasando ahora. No evolucionamos demasiado.

-En Sabrás también se pone romántica.

-Este tema lo terminé en París, pero la empecé en el coche, de viaje, paré un momento y grabé un trocito con la melodía y la letra para no olvidarme y la fui terminando en el sofá que estaba en el pasillito del estudio de grabación. Si el disco tiene cero melancolía, ésta es, digamos, la más dramática.

-Actúa en marzo en Rusia. ¿Y eso?

-Pues porque nos han llamado para ir a Moscú y a San Petersburgo. Nunca imaginaríamos que íbamos a tocar allí, pero, joder, si nos llaman siempre es una aventura en un país en el que hasta el alfabeto es diferente. Al final te das cuenta que la música no requiere demasiado entendimiento de la lengua, más bien de las emociones...

-¿Cómo convive con la fama?

-Ya lo llevo bien. Lo más fuerte pasó en los tres primeros años. Me tomé un tiempo de descanso entre el primer y el segundo disco. Ya todo se fue reubicando y yo ya me tomo las cosas de otra manera, sobre todo con mucho humor. Ahora la gente va a lo suyo y yo, a lo mío.

-Pero la presentación del disco en la sala Sol de Madrid arrancó con polémica. ¿Qué fue exactamente? [vídeo disponible en Youtube para quien aún no haya visto el famoso "Que os follen bien"].

-¿Ese corta y pega que han hecho? ¿a la manipulación de la información te refieres?

-¿Le molesta que haya arrancado así la promoción?

-He procurado todo el rato ignorarlo pero de repente ves un cierto corporativismo incomprensible... Yo creo que lo mejor es no darle más bola y que corra el aire porque ante la manipulación de un vídeo no puedo hacer más nada. Y seguir a lo nuestro, hacer conciertos, ensayarlos bien... El movimiento se demuestra andando.

-Pese a todo, ¿cómo es su relación con los medios?

-Por norma es muy buena. Los tres primeros años como fueron muy intensos, me tomé un tiempo para reflexionar, entre otras cosas sobre esto [los medios], para darme cuenta que forma parte de algo que me gusta hacer que es la música. Y a partir del segundo disco las entrevistas fueron muy bien. Esto es como todo, depende de con quién hables.

-¿Cómo va su faceta como actriz?

-Ahora mismo estoy con la música. Este verano me ofrecieron una cosa muy bonita pero no pude porque estaba centrada en la grabación del disco, aparte estuve haciendo teatro en el Festival de Mérida [fue una de las tres Antígonas del certamen de teatro clásico].

-¿Qué es lo que escucha ahora?

-Pues desde Cathy Claret La chica del viento -una francesa maravilosa que se ha criado aquí entre gitanos-, los Zombie Kids, LCD Soundsystem, a Lole y Manuel o el último disco de Amy Winehouse.

-¿Se imagina su carrera dentro de unos años?

-No me imagino demasiado, con que vaya pudiendo hacer las cosas que me gustan, me doy con un canto en los dientes.

-¿Le ha afectado la crisis?

-Claro. Ya no hay tantos conciertos, ya no se paga lo que se pagaba antes, hay que moverse de otra forma... Tenemos que aprender es a amoldarnos a la situación y procurar sobrevivir. Pero está bien, nos agudiza la creatividad.

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