Hoy en día, a nadie le resulta extraño que los modelos del fabricante alemán Audi lideren con facilidad muchos segmentos del mercado frente a otras marcas premium. Con cada nueva generación, el fabricante de Ingolstadt demuestra que es capaz de producir modelos que aúnen calidad, lujo y rendimiento a partes iguales.

Sin embargo, estos valores tradicionales que han sido estandarte del fabricante durante tantos años, incorporaron uno más para terminar de crear la imagen de marca que conocemos hoy en día. En el año 1985, los ingenieros de Audi se pusieron manos a la obra para colocar la primera piedra del que sería uno de los proyectos más ambiciosos de Audi.

Durante una jornada pudimos probar toda la gama S de Audi en Los Arcos (Navarra).

Se trataba del Audi quattro S1, un coche de rallies que logró el campeonato ese mismo año. Apenas unos meses después, una evolución de este modelo logró la victoria y un nuevo récord en la subida a Pikes Peak, lo que finalmente consagraría a la marca de los cuatro aros como fabricante de automóviles deportivos.

Llega el primer Audi S de producción

Hubo que esperar hasta 1990 para ver el primer modelo de la gama S de producción, pero desde ese momento estos automóviles han supuesto un importante porcentaje de las ventas de Audi y han ido cincelando su carácter en las pruebas de conducción más duras del mundo, desde Pikes Peak hasta Le Mans.

Actualmente, Audi ofrece en el mercado un total de veinte modelos bajo la denominación S y que componen la gama intermedia de la marca en lo que a prestaciones se refiere.

Prácticamente cada modelo del fabricante cuenta con su versión deportiva, lo que implica que todos los clientes pueden optar a un modelo aún más agresivo que cubra sus necesidades de caballos y adrenalina.

Probamos toda la gama S

En este caso, Audi decidió realizar la presentación nacional de su gama S en Navarra, en el circuito de Los Arcos, un lugar donde poder disfrutar al máximo de las prestaciones de estos coches y comprobar como de bueno es su rendimiento sobre una pista de verdad.

Para los periodistas que asistieron al evento se ofrecieron varios modelos para medir sobre el asfalto. Desde un pequeño Audi S1 Sportback hasta el imponente S7 Sportback, casi todos los modelos intermedios pudieron rodar en el Circuito de Navarra, una pista rápida y sin excesiva dificultad que permitió llevar a los coches hasta su límite.

Audi S1

El Audi S1 fue uno de los que más llamó la atención, ya fuera por su llamativa pintura en amarillo brillante o por ser el único de los presentes en incorporar un sistema de cambio manual.

El Audi S1 con 231 CV se mostró muy ágil y divertido.

Sin embargo, esta última característica también suponía que el piloto debía ser algo habilidoso para poder exprimir el motor de 231 caballos del coche y plantar cara a otros modelos más grandes. Para disfrute de los presentes, el S1 se comportó con total disposición y demostró por qué con los 35.990 euros que cuesta, es uno de los deportivos compactos más interesantes del mercado.

Audi S3

Para aquellos que se decantaron por la transmisión automática pero que querían un modelo de dimensiones más reducidas, el Audi S3 en sus variantes hatchback y sportback se convirtió en la mejor alternativa.

El Audi S3 está disponible en cuatro, cinco puertas y cabrio.

Su motor de 310 caballos sirvió para que diera la talla sobre la pista, aunque al disponer de menos caballos que sus rivales lo condenó a no alcanzar a sus hermanos más potentes. Estos modelos, que rondan los 50.000 de precio según el tipo de carrocería, conservan un carácter muy agresivo y una estética lo suficientemente atractiva para cautivar a todos los que posaron la vista sobre él.

Audi S4

Los modelos compactos dejaron paso a las berlinas, los familiares y los coupés, de los más demandados para probar en Los Arcos. Uno de los que sorprendió gratamente fue el Audi S4, cuya imagen de berlina familiar heredada del sobrio A4 no permitía imaginar las enormes prestaciones que posee este coche.

La línea del S4 es muy llamativa.

Su motor de 354 caballos y una nueva carrocería más ligera tanto en la variante familiar como en la de cuatro puertas, fueron argumentos más que suficientes para que este coche marcara la diferencia en el circuito. La tracción total quattro permite que el coche se deslice sobre la pista sin esfuerzo, incluso en los giros en los que la velocidad era excesiva. Tan solo en las curvas más complicadas, cuando el pie derecho hacía más presión de la cuenta sobre el acelerador, se apreciaba un ligero subviraje fácil de controlar por el piloto cuando no era el mismo coche el que recuperaba la trazada casi sin inmutarse.

Ni siquiera con la pista mojada por la lluvia fue un reto para el S4, que se mantuvo fiable y rápido sin titubeos. Fuera de la pista también se aprecias estas características, que convierten al S4 en un modelo muy atractivo para aquellos que busquen un coche a partir de 73.000 euros.

Audi S5

Al igual que el S4, el Audi S5 también disfruta actualmente de una nueva carrocería que reduce su peso y permite al coche exprimir el máximo rendimiento de su motor de 354 caballos. Este modelo cuenta con un punto a favor, que es la posibilidad de elegirlo con una carrocería coupé que acentúa notablemente su carácter competitivo.

La unidad que pudimos conducir en Navarra nos cautivó desde el primer momento en el que pudimos pisar el pedal a fondo y sentir como el motor V6 nos empujaba contra el respaldo del asiento, mientras que los frenos de última generación sujetaban todo el conjunto justo a tiempo para trazar las curvas con fluidez y sin perder apenas inercia.

El S5 con cerca de 350 CV es todo un alarde de emociones.

Al contrario de lo que ocurría con el S4, este coupé apenas perdía tracción por mucho que se le pisara en las curvas, aunque con el ESP desactivado se pudo disfrutar del suave deslizamiento del coche en algunas curvas. Por último, hay que destacar la buena relación peso potencia de la que disfruta este coche, que sin apurar demasiado permitía llegar al final de la recta principal por encima de los 200 kilómetros por hora.

En cuanto al precio, este modelo se mantiene por debajo de los 80.000 euros salvo en su variante descapotable, que llega hasta los 87.000. En cualquier caso, y a pesar de no ser para todos los bolsillos, es un precio razonable para todas las sensaciones que este automóvil nos puede transmitir.

Audi S6

Por encima de la gama S5 se coloca la berlina intermedia de Audi, que también cuenta con una variante familiar con carrocería Avant. Hablamos, evidentemente, del Audi S6, el primero en incorporar un propulsor de 450 caballos y superar los 90.000 euros de precio en ambas carrocerías.

Sobre el circuito, su comportamiento fue excelente, aunque en las situaciones más comprometidas costaba mantener dentro del asfalto las dos toneladas de peso del coche. Sin embargo, la mayoría del tiempo las sensaciones fueron buenas, y en los tramos rectos de la pista el S6 hizo valer su mayor potencia para presionar a sus rivales y dejarle espacio para adelantar. Aun así, su gran tamaño era siempre un ‘handicap’ y hacía ver que el circuito podía llegar a incomodar al coche, algo que nunca ocurriría sobre una carretera convencional.

Audi S7

Finalmente, el último modelo familiar que pudo rodar sobre el Circuito de Navarra fue el Audi S7 Sportback, un automóvil tan especial como las sensaciones que transmite. Este coche fue uno de los primeros que tuvimos la ocasión de probar sobre todo el trazado del circuito, y el primero en intentar abandonar la trazada con más tesón del habitual.

De hecho, en una de las curvas más abiertas de Los Arcos no pudo resistir la aceleración y terminó por cruzarse, aunque la situación se solventó sin demasiado esfuerzo y no nos hizo perder demasiados segundos.

Deportividad y confort de marcha. Dos cualidades del S7.

En una segunda manga, y después de que la lluvia hubiera aumentado la emoción en el circuito, el coche se pudo controlar mejor, aunque siempre bajo una conducción más prudente que en otros modelos. En este caso, las más de dos toneladas de peso del S7 y unos frenos que acusaban la fatiga tampoco terminaron de redondear la experiencia.

Puede que llame la atención que un coche que cuesta más de 100.000 euros y que monta un motor V6 de 450 caballos resulte demasiado terco en un circuito, pero el objetivo de este modelo es aportar confort y rendimiento durante viajes largos, no en carreras a tres vueltas. Audi TTS Roadster Fuera de estos modelos comentados anteriormente, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar de cómo el pequeño Audi TTS Roadster nos enamoró durante cada metro de circuito que recorríamos con él.

Este deportivo es un auténtico atleta y el modelo más divertido en pista de todos los que pudimos probar, y despertó nuestro carácter más juguetón gracias a la comodidad de sus ‘asientos de tipo baquet’ que sujetan el cuerpo incluso en las curvas más complicadas. Este coche monta un motor de 310 caballos que lo dispara en cuanto se acaricia el acelerador y que emite un sonido cercano a la música.

Disfrutar de este coche es una experiencia en sí misma, pero se eleva a la máxima potencia cuando se realiza sobre un circuito. El elemento más sorprendente del TTS puede ser su coste, un poco por encima de los 60.000 euros y que supone una relación calidad-precio excelente.

Audi SQ5 y SQ7

Tampoco podemos pasar sin hacer una mención especial a los SUV de Audi que incorporan la denominación S en su nombre. Hablamos de los SQ5 y SQ7, los cuales pudimos disfrutar en una ruta por las carreteras más emotivas de la montaña Navarra y que sorprendieron por su excelente manejo y su buena respuesta incluso en los tramos menos agradecidos de todo el trayecto.

En Navarra también tuvimos la oportunidad de conducir el nuevo SQ5.

Como conclusión, la presentación de la gama S fue una experiencia inigualable, que permitió probar muchos de sus modelos en un escenario pensado para ellos pero al que no se puede acceder a diario. Todos y cada uno de estos coches demostraron por qué disfrutan de cierta ventaja frente a sus rivales directos, e hicieron que rodar por el Circuito de Los Arcos fuera fácil y divertido. Según parece, Audi ha encontrado la fórmula de hacer sus coches más emocionales, algo que cualquier conductor podrá disfrutar en cuanto se ponga a los mandos.