La firma automovilística española Seat ha cerrado el ejercicio 2016 con un beneficio neto consolidado de 903 millones de euros, que incluye 671 millones de plusvalías por la venta de la filial VW Finance a Volkswagen AG, frente a los 6 millones de ganancias registradas en 2015, año en el que volvió a obtener beneficios después de seis años en 'números rojos'.

El presidente de la compañía, Luca de Meo, ha destacado este jueves en rueda de prensa que el beneficio después de impuestos y sin los efectos extraordinarios ascendió a 232 millones, el mejor resultado financiero de la compañía desde 2001, cuando se situó en 233 millones, solo un millón de euros más que el año pasado, y responde a un mayor volumen de ventas, un mix más alto y la optimización de costes.

El vicepresidente de Finanzas, Holger Kintscher, ha detallado que en 2016 se ha registrado un efecto extraordinario de la venta de la filial en el marco de la estrategia del grupo alemán de reorganizar las filiales financieras bajo una única compañía, lo que ha permitido a la marca mejorar su posición financiera tras destinar 590 millones a compensar las pérdidas de ejercicios anteriores.

"Seat se ha convertido en una compañía sólida. De los años de recuperación a los de consolidación, desde 2012, se está preparando para una nueva fase de desarrollo y de crecimiento", ha manifestado De Meo, que ha destacado que la cifra de negocios de 2016 no tiene precedentes. 

Facturación

La facturación de la compañía con sede en Martorell (Barcelona) ha ascendido a 8.597 millones, un 3,2% más y de nuevo su mayor cifra de ingresos, en el que ha sido su cuarto año consecutivo con un aumento de ventas, al registrar unas entregas mundiales de 408.700 unidades, un 2,2% más respecto al año anterior y la mejor cifra desde 2007.

De Meo ha concretado que el Seat Ateca, lanzado en julio del año pasado, ha acumulado 24.000 entregas, el 6% de las ventas totales de la marca en 2016, por lo que ha avanzado que "el efecto del Ateca en términos de volúmenes se percibirá a partir de este año".

Seat exportó en 2016 el 82,4% de su volumen de negocio y se consolidó como la principal empresa industrial exportadora de España, con un 2,8% de la cifra total del país.

De Meo ha resaltado que en 2016 Seat ha vuelto a la rentabilidad "tras ocho largos años", ya que ha registrado un resultado operativo de 143 millones de euros positivos, frente a los siete millones de pérdidas del año pasado, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) mejoró un 25% y alcanzó los 489 millones, un 5,7% de las ventas, un punto porcentual más que el año anterior.

Además, el vicepresidente de Finanzas ha destacado que los ingresos por vehículo han aumentado en 210 euros en el último año, pasando de 13.550 euros por coche a 13.760 euros, sobre todo gracias al Ateca, que aporta mayores márgenes.

En cuanto a las inversiones, en 2016 Seat destinó 862 millones, un 47% más respecto a 2015, y acumula 3.000 millones de euros invertidos desde 2012, lo que incluye las partidas destinadas a I+D+i y lo convierten en el primer inversor industrial de España, ha destacado Kintscher. 

Según recoge el convenio colectivo firmado el año pasado, los empleados de Seat recibirán una paga de beneficios por el resultado obtenido, que asciende a 6,2 millones de euros en total.

El vicepresidente de Recursos Humanos, Xavier Ros, ha detallado que los cerca de 13.000 trabajadores que se rigen por el convenio colectivo recibirán unos 480 euros de paga extraordinaria, lo que representa aproximadamente un tercio del sueldo mensual medio.

Tercer todocamino

Por otra parte, el presidente de Seat, Luca de Meo, ha anunciado este jueves que la compañía lanzará en 2018 un tercer todocamino (SUV, por sus siglas en inglés), que será más grande que el Ateca, el único que actualmente está a la venta, a la espera que a finales de este año se ponga a la venta el Arona, el modelo más pequeño.

Lo ha desvelado en la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2016, donde ha detallado que el nuevo modelo aún no tiene nombre y se fabricará en la planta de Volkswagen en Wolfsburg (Alemania).

Ha concretado que se fabricará en la plataforma MQB A2, la misma que se utiliza para producir el Volkswagen Tiguan, y tendrá una versión de cinco plazas y otra de siete plazas, y también ha subrayado que está diseñado en Martorell, a pesar de que se acabe ensamblando en Alemania.

De Meo ha resaltado que este nuevo vehículo va a aportar más márgenes, va a dar imagen y va a permitir atraer a un grupo de consumidores de más alto poder adquisitivo que Seat no tiene, o sólo parcialmente con el Alhambra.

"Nos acercará a nuevos clientes, mejorará la imagen de Seat y creará un efecto mayúsculo en la capacidad de generar márgenes", ha afirmado el directivo, que ha concretado que el nombre será también el de una población española, como ha recuperado últimamente con el Ateca y el Arona.

Sobre los coches eléctricos, ha recordado que Seat tendrá el primero en 2019, pero ha afirmado que también se introducirá otro tipo de tecnologías limpias --como los motores híbridos, el gas natural y el diésel y gasolina mejorados-- en las futuras gamas.

Internacionalización 

De Meo se ha referido también a la estrategia de internacionalización de la marca, que ha recordado que se centrará sobre todo en el mercado europeo tradicional y también en América Central y del Sur, así como el Mediterráneo, especialmente el Norte de África.

Ha recordado, a su vez, que durante la segunda mitad de este año el grupo Volkswagen empezará a ensamblar algunos vehículos en una planta en Argelia para aumentar las ventas en esta región, y comenzará con el Seat Ibiza y el Volkswagen Golf.