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Berlusconi, por segunda vez en 15 días ante un juez

  • El primer ministro italiano dice que las acusaciones de la Fiscalía en el 'caso Mediaset son "risibles, infundadas y demenciales" y que dio dinero a Ruby "para que no tuviera que prostituirse".

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, regresó al Tribunal de Milán, dos semanas después de su última visita, para asistir al juicio por el caso Mediaset, en el que está imputado por un supuesto delito de fraude fiscal. La presencia del mandatario, como ya ocurriera el pasado 28 de marzo con el proceso Mediatrade que supuso su primer paso por los tribunales en ocho años, volvió a generar una gran expectación mediática y popular, con numerosos partidarios y detractores del político a la entrada del Palacio de Justicia de Milán.

La vista, la segunda de esta nueva fase del caso Mediaset, tuvo lugar a puerta abierta, aunque con ausencia de fotógrafos y cámaras de televisión por motivos de seguridad, lo que propició que el mandatario se dirigiera a los periodistas en los pasillos y las respuestas no contaran con imágenes. El primer ministro italiano llegó en torno a las 09:45 protegido por grandes medidas de seguridad y en medio de las muestras de apoyo de un numeroso grupo de seguidores que se agolpaba a la entrada del Palacio de Justicia con pancartas en las que se podía leer: "Silvio, debes resistir".

"Desafortunadamente yo también soy mortal y creo que ésta es la audiencia número 2.565. No hay nadie en el mundo que haya tenido que defenderse más que yo, directamente o con sus propios abogados, en tantas audiencias", dijo Berlusconi ya dentro del edificio, en declaraciones que recogen los medios italianos. "La oposición decía te debes dejar procesar y, como no tienen sentido del ridículo, he venido a subrayar, como estoy haciendo, que he sido llamado 2.565 veces con costes increíbles, con un fango increíble difundido por todos los periódicos nacionales e internacionales. En el fondo soy un señor rico que se podría dedicar a algo más placentero", agregó.

Este lunes, el primer ministro italiano pasó, como él mismo definió, una "mañana surrealista", una "pérdida de tiempo", en la que reiteró que las acusaciones de la Fiscalía son "risibles, infundadas y demenciales" y que "ni en sueños" habrá una sentencia condenatoria porque las imputaciones no son verdad. "Hay una magistratura que trabaja contra el país", sentenció Berlusconi, quien aseguró que los cuatro procesos penales que tiene pendientes son sólo "mediáticos" y que comentó en tono irónico que "como hay poco que hacer el Gobierno", acude al Tribunal de Milán para encontrar "otra ocupación". "Ésta es la demostración de que en nuestro país hemos llegado a una situación límite, por lo que hace falta reformar la Justicia (...) Esa reforma no es punitiva, sino que sirve para llevar a la magistratura a ser lo que tiene que ser, no lo que es hoy: un arma de lucha política", apuntó. Berlusconi no se pronunció en la vista, pero sí que compareció micrófono en mano durante la pausa del mediodía del juicio ante sus seguidores a la entrada del Palacio de Justicia, donde fue jaleado mientras repetía el mismo discurso pronunciado a los periodistas dentro del edificio.

El Tribunal de Milán juzga la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset (el grupo audiovisual de Berlusconi y que controla la cadena de televisión española Telecinco) bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero. Después de varios meses suspendido a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre el último escudo judicial de Berlusconi, el juicio Mediaset se reanudó el 28 de febrero con una audiencia a la que no acudió el primer ministro y en la que, por no presentar una instancia para excusar su ausencia por compromisos oficiales, fue declarado en rebeldía. Precisamente al comienzo de la vista los jueces revocaron la declaración de rebeldía que dictaminaron sobre Berlusconi y se dispusieron a escuchar el testimonio de varias personas citadas por algunos de la decena de acusados. Mediaset es uno de los cuatro procesos que Berlusconi tiene pendientes en el mismo tribunal: el juicio Mills (corrupción en acto judicial), el caso Mediatrade (fraude fiscal y apropiación indebida), y el caso Ruby (abuso de poder e incitación a la prostitución de menores).

Dio dinero a Ruby para que no tuviera que prostituirse 

Pese a que no era éste el caso que se juzgaba este lunes, Berlusconi aseguró que únicamente dio dinero a Karima el Mahrug (Ruby) "para que no se viera abocada a la prostitución". A la entrada de los juzgados, Berlusconi calificó de "paradójicas" las acusaciones de prostitución y abuso de poder que se le imputan en el caso Ruby, que comenzó a juzgarse el miércoles pasado. En el momento de los hechos Ruby era menor de edad. "La chica ha aclarado, jurado y firmado que nunca recibió insinuaciones por mi parte", apuntó el mandatario. 

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