Los venezolanos acuden hoy nuevamente a las urnas para pronunciarse sobre una enmienda constitucional, en un referéndum que servirá para medir su apoyo al presidente Hugo Chávez y a su deseo de permanecer en el poder más allá de 2012.

"Todo el mundo a votar, que no se quede un hombre honesto sin votar por el sí", pidió Chávez, confiando en una victoria "por avalancha" y subrayando que la enmienda "otorga más fortaleza a la democracia venezolana" y que su permanencia en el poder "garantiza la paz".

Según especifica la Constitución, el presidente venezolano, que llegó al poder en 1999, debe abandonar el cargo tras las presidenciales de 2012, cuando termina su segundo mandato.

Pero la modificación de cinco artículos de la Constitución le permitirá volver a presentarse candidato cuantas veces quiera, al igual que a los gobernadores, alcaldes, concejales y diputados de Venezuela.

"El domingo tenemos la oportunidad de hacer entender a Chávez que tiene un amplio periodo para gobernar y luego tiene que ceder el puesto a alguien de su propio partido o a la oposición. Tenemos que derrotar esa idea de permanencia en el poder, de que él es imprescindible", declaró la analista política Maruja Tarre a la AFP.

El Gobierno rechaza el término "reelección indefinida" y subraya que la enmienda abre únicamente la posibilidad de que el pueblo conserve, si así lo desea, a sus buenos gobernantes.

"Cada seis años o cada cuatro años, el pueblo venezolano evaluará la gestión del presidente, gobernadores, alcaldes y diputados y decidirá si merecen, porque han hecho un buen gobierno, continuar", reiteró a la prensa el ministro de Información, Jesse Chacón.

Las encuestadoras más fiables de Venezuela coinciden en que es imposible hacer pronósticos sobre quién saldrá victorioso. Sus responsables admiten que no hay una ventaja clara y que las respuestas de los encuestados no son tan fiables como en otras ocasiones.

Portavoces del Gobierno aseguran que los sondeos están a su favor y que la tendencia del sí es "irreversible".

"El país está dividido en dos partes absolutamente iguales. Es admirable que la mitad de los venezolanos todavía tiene una idea de democracia diferente a la de Chávez a pesar de los diez años de propaganda feroz del Gobierno", opinó Tarre.

La oposición, que conquistó importantes espacios de poder en las elecciones regionales de noviembre, confía en la victoria del no, resultado que según ellos salvaguardaría el principio de alternancia en el poder.

Además, los detractores de Chávez afirman que la cuestión de la reelección continua ya fue incluida en un proyecto de amplia reforma a la Constitución, rechazado en un referéndum en el año 2007.

"El pueblo no quiere reelección, es un mecanismo inconveniente para la democracia. La propuesta de enmienda no resuelve los problemas. Queremos la unidad, la reconciliación y eso es lo que podemos lograr votando no", declaró recientemente el dirigente del partido de oposición Copei, Luis Ignacio Planas.

La campaña electoral ha sido corta pero intensa. Pese a haber acudido a votar 14 veces en los últimos diez años, se espera que los venezolanos participen masivamente en esta nueva consulta.

"No tengo duda de que existe el plan jaque al rey, de sacarme de aquí cuanto antes (...) Están preparándose para desconocer los resultados electorales en el caso muy probable de que favorezcan a la revolución", afirmó Chávez.

Una vez más, el presidente estuvo omnipresente en la campaña: recorrió el país pidiendo apoyo a la enmienda, llamó por teléfono personalmente a los militantes, jugó al béisbol a favor del sí y celebró sus 10 años en el poder con el deseo de quedarse otra década más.

En los próximos 10 años "debemos dedicarnos, pero a fondo, a consolidar como las rocas más fuertes las bases de la Venezuela socialista. Después, yo seré el primero en decir suéltenme, pero mientras tanto: ¡Uh, ah, Chávez no se va!", prometió.

"A Chávez lo que le interesa es permanecer en el cargo y disfrutar de todos los beneficios, por eso se empeña en meternos otra vez por un callejón electoral (...) El 15-F vamos a decir que no queremos enmienda", afirmó principal líder opositor Manuel Rosales, "aquí no está en juego un partido político ni un candidato, lo que nos estamos jugando es el modelo de país que queremos", manifestó el dirigente opositor, ex candidato presidencial derrotado por Chávez en 2006 y actual alcalde de Maracaibo.