La Policía alemana detuvo ayer a 13 personas en la localidad de Dortmund (este del país) tras una concentración el viernes por la noche de ultraderechistas, encapuchados y con antorchas ante un albergue de refugiados. Según informó la policía, los detenidos están acusados de alteración del orden público y de participar en una concentración no autorizada.

Varios testigos llamaron a la policía para alertar de la concentración, en la que participaban una veintena de personas que lanzaban proclamas ultraderechistas y xenófobas ante el albergue, con el rostro cubierto y antorchas en la mano.

Cuando los agentes llegaron al lugar ya se habían dispersado y sólo encontraron alguna de las antorchas en el suelo, aunque después detuvieron en los alrededores a 13 personas "vinculadas a la extrema derecha".

Alrededor de 200 efectivos trabajan en la investigación del caso, según el comunicado de la Policía, que se ha incautado de varias antorchas, móviles y ropa pertenecientes a los ultras, mientras continúan los interrogatorios a testigos y detenidos.

"Hacemos todo lo posible para poner fin a estas provocaciones e intimidaciones intolerables de los ultraderechistas", subrayó el presidente de la policía de Dortmund, Gregor Lange, quien garantizó protección a los refugiados que huyeron de sus países "para escapar de la pobreza y la miseria".

Dortmund es considerado un importante foco extremista y ha sido noticia en los últimos días por las amenazas neonazis que han recibido varios periodistas. La fiscalía investiga una esquela falsa que circuló en internet con el nombre de un periodista, Felix Huesmann, en la que se indicaba que pronto le llegaría "la hora de irse".

El suceso tiene lugar en un país que desde hace meses debate cómo actuar ante las multitudinarias manifestaciones de corte xenófobo lideradas en Dresde por el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).