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Duelo de dinastías en Grecia

  • Caramanlis y Papandreu vuelven a enfrentarse en una contienda electoral marcada por la endogamia política

La crisis económica, los escándalos y los graves incendios del pasado verano son los principales ingredientes del descontento ciudadano que vaticina un cambio de Gobierno en Grecia, donde las encuestas sitúan a la oposición socialista como clara ganadora de las elecciones anticipadas que se celebran hoy.

El primer ministro en funciones, el conservador Costas Caramanlis, argumentó el adelanto de los comicios en la necesidad de liderar un Ejecutivo reforzado para luchar contra los efectos de las turbulencias financieras y económicas internacionales.

Pero en realidad ha sido la pérdida de respaldo ciudadano de la gobernante Nueva Democracia (ND), en su punto de popularidad más bajo desde 1981, la que ha provocado el adelanto de los comicios.

Estas elecciones se producen dos años antes del fin de la legislatura que se inicio en 2007 tras el triunfo de Caramanlis en unos comicios, también adelantados, en los que prometió aplicar unas reformas económicas que el estallido de la crisis dejó aparcadas.

A pesar de no haber sabido capitalizar el descontento popular en la última votación, el líder del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), Giorgos Papandreu, es ahora el favorito para convertirse en el primer ministro griego.

Las últimas encuestas publicadas dan al Pakos entre el 40% y 42% de los votos, frente a la ND con entre el 35% y 37%.

Caramanlis y Papandreu: los dos nombres que han marcado parte de la historia política contemporánea de Grecia vuelven a enfrentarse en una contienda electoral marcada, no ya sólo por el bipartidismo, sino por una endogamia política dominada por esas dos sagas familiares.

El primer ministro en funciones y el líder de la oposición son los últimos representantes de dos clanes implicados en la política desde hace 50 años.

De hecho, tanto la ND de Caramanlis como el Pasok de Papandreu, se han alternado en el poder de forma ininterrumpida desde 1974, cuando ambos partidos fueron fundados tras el fin de la dictadura militar.

Caramanlis, de 53 años, tiene difícil reeditar su victoria de 2004. Su tío Constantinos fue ya un destacado político en los años 50 y 60 y ejerció como primer ministro entre 1955 y 1963. Tras el fin del régimen militar, el veterano dirigente dirigió el primer Gobierno democrático el país.

Tras su salida del Ejecutivo, fue elegido presidente para los períodos 1980-1985 y 1990-1995, y vio como Grecia se incorporaba a la Unión Europea en 1981.

Por su parte, Giorgos Papandreu, de 57 años, aspira a ser el tercer miembro de su familia en ocupar la jefatura del Gobierno. Su abuelo, también de nombre Giorgos, fue primer ministro en los años 40 y 60. Su padre, el histórico Andreas Papandreu, dominó la política griega durante los años 80 y ejerció su último mandato hasta 1996.

Los dos adversarios en las urnas, ambos formados en el extranjero, vivieron desde muy jóvenes la política e ingresaron pronto en los respectivos partidos de sus familiares.

La subida de Caramanlis al liderazgo de Nueva Democracia vino en 1997, tras su fracaso electoral en las legislativas de ese año. Se ganó el respeto de la vieja guardia del partido y en las elecciones generales de 2004 asumió el poder, acabando con 11 años de Gobierno socialista.

Papandreu, por su parte, asumió la jefatura del Pasok en 2004, ocho años después de la muerte de su padre, y tras haber ocupado varios puestos en el Gobierno.

Pero no sólo los apellidos Papandreu y Caramanlis se suceden en la reciente historia de Grecia. Numerosos diputados y ministros, tanto socialistas como conservadores, de los últimos 40 años, provienen de otras familias en las que la política parece hereditaria como en el caso de las familias Bakoyani, Varvitsiotis y Mitsotakis.

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