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La Eurocámara exige a Francia que suspenda la expulsión de gitanos

  • El ministro galo de Inmigración replica que no las parará y que se culpa a París "de un problema que no se ha tratado durante diez años y en el que hemos sido los primeros en actuar".

El Parlamento Europeo (PE) exigió al Gobierno francés que "suspenda inmediatamente" la expulsión de gitanos y expresó oficialmente su "profunda preocupación" por esta política. La Eurocámara ha aprobado con 337 votos a favor, 245 en contra y 51 abstenciones una resolución promovida por socialistas, liberales, verdes y comunistas que censura la política del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y critica la "tardía y limitada" reacción de la Comisión Europea (CE) ante ella.

El PE lamenta la "retórica inflamatoria y abiertamente discriminatoria que ha marcado el discurso político durante la repatriación de gitanos" y advierte de que ese tipo de declaraciones alimentan el racismo y las acciones de los grupos de extrema derecha. La resolución parlamentaria recuerda que entre marzo y agosto de este año Francia ha "expulsado o retornado voluntariamente'" a "cientos" de gitanos comunitarios y, en este sentido, subraya que las "expulsiones masivas" están "prohibidas por la Carta Europea de Derechos Fundamentales y por la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos".

Los diputados recalcan que toda repatriación que no sea analizada "individualmente" viola las normas europeas, por lo que nunca pueden llevarse a cabo expulsiones generalizadas según la etnia o la nacionalidad. Francia ha asegurado que las repatriaciones de gitanos se están llevando a cabo caso por caso, algo que actualmente está analizando la Comisión Europea y que ha sido puesto en duda por un buen número de eurodiputados. Antes de aprobar su resolución, el Parlamento Europeo rechazó otra propuesta del Partido Popular Europeo -familia política de Sarkozy- en la que se evitaban las menciones a Francia y se recordaban los límites establecidos en la legislación comunitaria al principio de libre circulación.

Francia no suspenderá las expulsiones

El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, replicó a la severa reprimenda de los eurodiputados por las expulsiones de gitanos subrayando que no las suspenderá y que la Eurocámara se ha excedido en sus prerrogativas. "Está descartado que Francia suspenda las reconducciones a los países de origen, sean rumanos, búlgaros u otros ciudadanos", afirmó Besson desde Bucarest, en declaraciones emitidas por la emisora de radio francesa RTL.

Besson, quien se encontraba en Bucarest junto al secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, para discutir con las autoridades del país precisamente sobre las expulsiones de gitanos rumanos, defendió que esos procedimientos se ajustan a derecho. "Francia aplica escrupulosamente el derecho europeo, respeta escrupulosamente la ley republicana francesa y las decisiones judiciales", argumentó.

En cuanto a la resolución adoptada por el Parlamento Europeo que exige a Francia la suspensión inmediata de su política de expulsiones de gitanos, el ministro señaló que, aunque la institución merece sus respetos, se ha excedido de sus prerrogativas y "nosotros no tenemos que someternos a ese dictado político. No vamos a cambiar nuestra hoja de ruta".

En paralelo, Lellouche había denunciado "la enorme burbuja de hipocresía, en Francia y en nuestros socios europeos", porque se culpa a París "de un problema que no se ha tratado durante diez años y en el que hemos sido los primeros en decir: Europa tiene que movilizarse". En una entrevista publicada por el periódico Le Monde, el titular de Asuntos Europeos insistió en que "la libertad de circulación no consiste en instalarse en otro país de la Unión Europea durante meses o años sin tener medios ni recursos". "Francia no tiene vocación de convertirse en una ventanilla social, ni acoger a dos millones de personas con grandes dificultades que vengan de otra parte de Europa", añadió.

Por eso, los dos responsables reclaman a Rumanía que dé a conocer "lo más pronto posible un plan de acción de urgencia para la integración de la comunidad gitana" que permitiría atribuirle fondos europeos. "Si se cree que se puede desplazar, dentro de la UE, poblaciones en dificultades y ponerlas a cargo de otros países, ellos mismos en crisis, corremos el riesgo de poner en peligro la idea misma de Europa que intentamos construir", advirtió. Lellouche concluyó, en tono de desafío, que "si Rumanía no presenta un plan de integración de los gitanos, cada cual sacará las consecuencias".

Francia ha devuelto en lo que va de año a sus países de origen a más de 8.300 gitanos, un tema que ha generado polémica desde que el presidente del país, Nicolas Sarkozy, lo convirtiera en el centro de un discurso a finales de julio. Sin embargo, esas expulsiones no son un fenómeno nuevo, ya que el pasado año fueron más de 9.000 los afectados por este procedimiento, que se sustenta en la moratoria establecida por Francia para poner límites al establecimiento como residentes de ciudadanos de los países de la última ampliación de la UE.

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