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Extremistas islámicos siembran el terror en una mezquita de Pakistán

  • Un atentado suicida dirigido contra un fiel aliado del presidente Musharraf causa más de medio centenar de muertos en la 'fiesta del sacrificio' · El objetivo era Aftab Sherpao, ex ministro del Interior

Más de 50 personas murieron ayer en un atentado suicida perpetrado en una mezquita en el noroeste de Pakistán, aparentemente dirigido contra el ex ministro del Interior Aftab Sherpao, quien resultó ileso, informó la Policía citada por el canal televisivo Dawn News.

El suicida se hizo volar por los aires dentro de una mezquita en la que estaban rezando mil personas, entre ellas el ex ministro, con motivo de la fiesta islámica del sacrificio (Eid al Adha). La mezquita está situada en un terreno que pertenece a la familia del ex ministro, un estrecho aliado del presidente Pervez Musharraf.

El terrorista estaba mezclado entre los fieles congregados en la mezquita del complejo residencial de Sherpao. "Estábamos rezando cuando sucedió la enorme explosión", recordó Shaukat Ali, superviviente del trágico incidente. Más de 150 personas resultaron heridas, de las que unas 100 fueron hospitalizadas, dijo el jefe de la Policía del distrito de Chardassa, Feroz Khan. La red televisiva Geo cifró el número de heridos en más de 200. Entre los heridos se encuentran el hijo y el sobrino de Sherpao, indicó el secretario del Ministerio del Interior, Syed Kamasl Shah. Según el canal Dawn News, entre los muertos hay tres agentes de seguridad.

El policía encargado de la seguridad de la mezquita, Iqbal Hussain, no se explica cómo entró el suicida al interior del edificio, puesto que todos los asistentes pasaron por un detector de metales. "Puede que saltara por encima de un muro porque es bastante bajo", especuló. En este sentido, el actual ministro de Interior, Hamid Nawaz, defendió que "no hubo ningún fallo" de seguridad, ya que "se habían tomado todas las precauciones posibles".

Al parecer, la bomba contenía entre 6 y 8 kilos de explosivos mezclados con clavos para provocar el mayor número de víctimas posible, indicó el responsable de la unidad de artificieros. Los investigadores barajan a este respecto la hipótesis de la autoría de milicianos de Al Qaeda o simpatizantes de los talibanes, activos en la región, mientras intentan llevarse a término las primeras detenciones.

Musharraf condenó el atentado, que todavía no ha sido atribuido a ningún grupo en concreto, y responsabilizó de ello a un puñado de extremistas que intentan imponer a la mayoría sus "degeneradas ideas".

El atentado se produjo en la provincia natal de Sherpao, en el distrito de Chardassa, a 45 kilómetros de Peshawar, la capital de la provincia de la Frontera Noroeste. Sherpao se despidió del gabinete hace un mes, al término de la legislatura, y ahora se presenta como candidato para las elecciones parlamentarias del 8 de enero. Como titular del Ministerio del Interior, Sherpao fue responsable de numerosas operaciones dirigidas contra el extremismo islámico.

Desde el asalto del Ejército, este verano, a la Mezquita Roja de Islamabad, Pakistán está viviendo una escalada de la violencia que se manifiesta en numerosos atentados suicidas. El presidente Musharraf utilizó esta creciente amenaza islamista para justificar la imposición, durante seis semanas, del estado de excepción, pero sus críticos le acusan de haberlo utilizado para asegurarse un próximo mandato.

El atentado fue el segundo dirigido contra el ex ministro en los ocho últimos meses. El primero, perpetrado el 28 de abril, también en el distrito de Chardassa, causó unos 30 muertos y dejó heridas a otras decenas de personas, entre ellas Sherpao, que entonces aún ocupaba el cargo de ministro del Interior.

El foco de extremismo islamista más activo se sitúa en la provincia de la frontera noroeste, vecina de Afganistán, de donde procede Sherpao. Su hermano mayor, Hayat Sherpao, también político, fue asesinado en 1975 en un atentado en Peshawar.

En octubre, tras su regreso del exilio, la líder de la oposición Benazir Bhutto sobrevivió a un atentado que causó la muerte a 140 personas. El presidente Musharraf ha sido objeto de numerosos intentos de asesinato.

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