lucha por la casa blanca La designación republicana se complica

Florida obliga al cambio

  • La derrota de Romney frente a Gingrich en las primarias de Carolina del Sur fuerza al primero a mirar hacia los votantes más conservadores para recuperar terreno

El aspirante republicano Mitt Romney salió maltrecho de las primarias de Carolina del Sur frente a Newt Gingrich, su rival más próximo, por lo deberá mirar hacia los votantes más conservadores ante el peligro de perder en Florida el día 31.

A pesar de la ventaja con la que el ex gobernador de Massachusetts llega a Florida (31 delegados por 26 de Gingrich), los expertos consideran que Romney no lo tiene todo ganado.

Según el senador republicano de Carolina del Sur Lindsey Graham, el vencedor en las primarias de New Hampshire no emociona a los más conservadores y no "conecta" con el ciudadano de a pie.

No obstante, Florida tiene una base electoral más diversa que Carolina del Sur, Estado decididamente ultraconservador, y eso podría ser una ventaja para Romney, aunque su postura contra algún tipo de regularización migratoria podría perjudicarle entre los latinos. "Romney ha sacado anuncios en español, pero eso quizá no será suficiente. Se opone a una reforma migratoria e incluso ha dicho que vetaría el Dream Act para legalizar a estudiantes indocumentados", señaló la estratega demócrata Melisa Díaz.

Los politólogos, como Larry Sabato, de la Universidad de Virginia, coinciden en que una derrota de Romney en Florida -que podría darse, teniendo en cuenta los últimos resultados de Gingrich- sería un golpe muy duro para él, después de perder en ese Estado en 2008, pese a que entonces también gozaba de una poderosa maquinaria de organización y recaudación de fondos.

Tres ganadores distintos en las primarias de Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur en lo que va del proceso electoral en el Partido Republicano confirman la "rebelión" de los conservadores, que buscan a un "anti-Romney" para oponerse al presidente del país, Barack Obama, el 6 de noviembre.

Por ahora, Romney lleva 31 delegados, cinco más que Gingrich, antes de llegar a Florida.

Pero, según los expertos, tampoco Gingrich cuenta con una mayoría de simpatizantes. Según una encuesta reciente de la cadena conservadora Fox News, sólo un 27% de los votantes tienen una opinión favorable del ex presidente de la Cámara de Representantes de EEUU (1995-1999).

En declaraciones a la cadena NBC, el gobernador republicano de Nueva Jersey y partidario de Romney, Chris Christie, dijo el domingo que Gingrich "ha sido una vergüenza para el Partido Republicano" tras recordar que éste fue expulsado de su cargo en la Cámara y afrontó una multa de 300.000 dólares por violaciones de ética.

La campaña de Romney ya ha gastado 3,5 millones de dólares en anuncios televisivos y por correo en Florida, algo que no asusta a Gingrich, quien el sábado afirmó que su campaña tiene "las ideas y la gente" y, por ello, el dinero no lo es todo.

Según los expertos políticos consultados, los republicanos prefieren evitar una lucha prolongada entre candidatos y la imprevista victoria de Gingrich el sábado en el Estado de Palmetto frente a Romney refleja el pánico de la base conservadora.

"Está claro que los republicanos están insatisfechos. Romney en ninguna encuesta ha llegado o superado el 30%, salvo en New Hampshire... Su mayor problema entre los conservadores es que cambia de postura como cambia de camisa, por conveniencia política", dijo Díaz. "Eso no le va a ayudar entre los independientes en los comicios generales. La contienda estará muy reñida en Florida y, como van las cosas, Romney tiene que afianzar el apoyo de los conservadores", agregó.

Por su parte, el equipo de campaña de Obama redobló ayer los ataques contra Romney tras su derrota en Carolina del Sur, que evidenció, según los demócratas, que los estadounidenses rechazan su personalidad y sus propuestas.

Romney "se coloca en una posición cada vez más débil en todas las categorías de votantes que son cruciales para que un republicano gane las elecciones" presidenciales, afirmó el director de campaña de Obama, Jim Messina.

El equipo de Obama continúa con la estrategia de ataques frontales contra Romney que puso en marcha a finales de 2011, prueba de que lo ve su rival más peligroso.

El mensaje de Messina no dispara ninguna flecha contra Gingrich, considerado un adversario muy fácil de derrotar por Obama: las últimas encuestas dan al mandatario una ventaja de casi 11 puntos.

En Florida se disputan 50 delegados de los 1.144 requeridos para lograr la candidatura presidencial del Partido Republicano en su Convención Nacional en agosto en Tampa, capital del Estado.

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