Suráfrica El histórico líder gobernó entre 1993 y 1999

Mandela, dos décadas en libertad

  • El primer presidente negro de un país tristemente célebre por su régimen abiertamente racista celebra los 20 años de su salida de prisión, desde donde se convirtió en icono de la lucha contra el 'apartheid'

La República de Suráfrica ha celebrado esta semana el vigésimo aniversario de la excarcelación de Nelson Mandela, el primer presidente negro de un país que se había hecho tristemente célebre en el mundo por su régimen abiertamente racista. Los surafricanos han superado en buena parte las secuelas del apartheid y alcanzado niveles estimables de reconciliación interracial, pero siguen enfrentados a importantes problemas sociales y económicos.

El 11 de febrero de 1990, el presidente Frederik Willem de Klerk, el hombre que dio la puntilla al apartheid con la derogación de las leyes segregacionistas, la legalización del Congreso Nacional Africano (ANC), la promulgación de una nueva Constitución y la excarcelación de los presos políticos negros, concedió la libertad a Nelson Mandela, quien durante sus 27 años de cautiverio se había convertido en el icono mundial de la lucha contra el racismo.

El proceso histórico alcanzó su culminación en las elecciones de 1994, que otorgaron al veterano líder del brazo armado del ANC la Presidencia del país. Mandela, que en 1993 compartió con De Klerk el Premio Nobel de la Paz, gobernó en Suráfrica entre mayo de ese año y junio de 1999. Actualmente, goza de buena salud a sus 91 años y vive apartado del mundo en un suburbio de Johannesburgo, donde lee cuatro periódicos al día y sigue la actualidad a través de los telediarios, según su fiel amigo y abogado desde 1963, George Bizos.

El pasado miércoles, Mandela celebró al aniversario de su liberación con una cena en su domicilio. Entre los invitados destacó uno de sus carceleros, Christo Brand, con quien entabló una muy estrecha amistad.

Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 cerca de Qunu, en la entonces Transkei (actual Cabo Este). Era el menor de los hijos del consejero del jefe del clan Thembu. Entre sus paisanos, Mandela ha sido conocido desde siempre por el nombre de Madiba, un título honorífico otorgado a los ancianos de los Thembu.

Desde su juventud, Mandela se dedicó a la lucha contra el racismo. En 1944, tras licenciarse en la universidad, fundó la Liga Juvenil del ANC junto a otros históricos dirigentes, como Oliver Tambo y Walter Sisulu. Mandela fue uno de los primeros activistas negros que defendieron la resistencia armada contra el apartheid, lo cual derivó en la creación del brazo armado del ANC, Umkhonto we Sizwe (la Lanza de la Nación). No obstante, Madiba no dejó de recordar que la lucha armada debía ser siempre "la última alternativa".

En 1962, abandonó el país en secreto y recibió entrenamiento militar en Argelia. Posteriormente regresó a Suráfrica, donde fue detenido y condenado a cinco años de cárcel por incitar a la violencia y abandonar ilegalmente el país. Ya en la cárcel, Mandela fue acusado en 1963 por sabotaje y conspiración, y condenado a cadena perpetua, que empezó a cumplir en la cárcel de Robben Island, en Ciudad del Cabo.

"He defendido el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades", declaró ante el tribunal de Rivonia, en el que fue condenado. "Éste es mi ideal y deseo vivir para alcanzarlo pero, si es necesario, estoy dispuesto a morir por él", añadió.

Durante sus 27 años de presidio -que incluyeron, en 1969, un desconocido intento de fuga organizado por el servicio secreto surafricano que pretendía aprovechar para asesinarlo-, Mandela sufrió unas durísimas condiciones carcelarias a causa de su condición de preso político y de un sistema penitenciario que mantenía la segregación racial. Pero en ese tiempo se convirtió en el símbolo internacional de la lucha contra el apartheid.

En 1989, De Klerk sucedió en la Presidencia al racista confeso Pieter Willem Botha. Con el nuevo presidente, del mismo partido que su predecesor, comenzó un proceso democratizador cuyos momentos más simbólicos fueron la liberación de Mandela y su nombramiento como presidente en mayo de 1994. Una de sus primeras medidas fue la formación de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, con la misión de investigar los crímenes cometidos por todas las partes enfrentadas durante el régimen del apartheid.

En 1997, Mandela cedió el liderazgo del ANC a Thabo Mbeki, como primer paso para la transferencia del poder a una nueva generación de políticos supuestamente más preparada para afrontar los retos económicos del país.

Desde entonces, Mandela se ha dedicado a luchar contra el sida -en 2005 perdió a su único hijo varón por esta enfermedad-, a impulsar un grupo internacional de observadores formado por prestigiosas figuras mundiales, incluidos varios premios Nobel de la Paz, como el ex presidente norteamericano Jimmy Carter o el obispo surafricano Desmond Tutu, y a mostrar su apoyo al líder del ANC y actual presidente del país, Jacob Zuma.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios