Cuba se mueve Fidel aprovechó la invasión para declarar la ideología socialista de su revolución

Medio siglo de Playa Girón

  • El régimen de Castro celebra con un desfile el aniversario de su victoria en Bahía de Cochinos y lo hace coincidir con el inicio del VI Congreso del Partido Comunista

El objetivo era derrocar por la fuerza a la Revolución Cubana, pero la operación fracasó en apenas 65 horas y se convirtió en "la primera gran derrota del imperialismo norteamericano en América Latina", según la describió Fidel Castro.

Hace ya 50 años, el 17 de abril de 1961, unos 1.500 exiliados cubanos adiestrados y dirigidos por la CIA desembarcaron en Playa Girón, en la Bahía de Cochinos del centro sur de Cuba. Su plan era despejar el camino para la llegada desde Miami de un "gobierno provisional" y que éste reclamara desde Cuba una intervención militar de Washington.

Pero dicha intervención nunca se produjo. El 19 de abril, las tropas de Castro habían capturado ya a los últimos mercenarios, quienes encontraron una fuerte resistencia al llegar a Cuba. Lejos de conseguir sus propósitos, la operación destruyó el mito de la invencibilidad de Washington, reforzó a Fidel Castro y acercó a Cuba todavía más a la Unión Soviética.

El gobernante Partido Comunista de Cuba ha elegido el aniversario de la fracasada invasión para celebrar su sexto Congreso, el primero en 14 años, en el que aprobará nuevas reformas económicas para "actualizar" y hacer "irrevocable" el modelo socialista vigente en la isla.

Antes del evento, en el que se prevé que el presidente Raúl Castro asuma de manos de su hermano Fidel la jefatura del Partido, hoy tendrá lugar un gran desfile militar y popular en La Habana que se viene ensayando desde hace semanas.

La invasión de Girón, zona convertida hoy en un importante destino turístico de playa, se produjo apenas dos años después del triunfo de la revolución liderada por Castro, que derrocó al régimen de Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959.

Pese a que inicialmente fue reconocido por Washington, el nuevo Gobierno cubano y su cada vez más clara orientación comunista comenzaron pronto a preocupar a los vecinos del norte. En mayo de 1959, la Ley de Reforma Agraria de Castro llevó a la expropiación de grandes plantaciones, muchas pertenecientes a empresas norteamericanas, lo que llevó a Estados Unidos a reducir las compras de azúcar, principal fuente de ingresos de la isla. La Unión Soviética entró entonces en juego como compradora del azúcar restante y más tarde como proveedora de petróleo, después de que Washington decidiera cortar el suministro a Cuba.

Ante las órdenes del gobierno de Dwight Eisenhower de que las refinerías de capital estadounidense en Cuba dejaran de procesar el crudo soviético, Castro las expropió también. En enero de 1961 ambos países cortaron sus relaciones diplomáticas.

Al fracasar las medidas de presión política, Eisenhower ideó estrategias encubiertas para derrocar a Castro y dio luz verde a la invasión de Girón, ejecutada por su sucesor, John F. Kennedy. Ya dos días antes del desembarco, el 15 de abril, aviones estadounidenses con banderas cubanas en el fuselaje bombardearon tres aeropuertos militares de la isla para reducir las capacidades aéreas cubanas. El 16, en el funeral de los cubanos caídos en el ataque, Fidel Castro pronunció un encendido discurso en La Habana en el que por primera vez declaró que su revolución es socialista.

A la mañana del día siguiente, los exiliados cubanos adiestrados en Guatemala arribaron a la Bahía de Cochinos después de varios días de navegación procedentes de Puerto Cabezas, Nicaragua, desatándose los combates contra las tropas cubanas, equipadas ya con artillería soviética. En las últimas acciones participó el mismo Castro.

Según cifras cubanas, los caídos por parte invasora ascendieron a 108, frente a 156 muertos entre pobladores y soldados de las tropas de Castro. En diciembre de 1962, Cuba y EEUU llegaron a un acuerdo para canjear a 1.113 prisioneros por medicinas y compotas para niños por valor de 53 millones de dólares.

Pero las tensiones no cesaron en Girón. Las sanciones económicas a Cuba siguieron recrudeciéndose hasta un embargo total, mientras La Habana denunciaba sabotajes y atentados. Kennedy abandonó nuevos planes de invadir Cuba tras detectarse misiles nucleares soviéticos en la isla en octubre de 1962.

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