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Micheletti sólo renunciará al poder si lo hace el derrocado Zelaya

  • "Si yo soy obstáculo, me hago a un lado, pero también exijo que se haga a un lado este señor (Zelaya) que le ha causado daño al país", intenta justificar el presidente 'de facto'.

El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, insistió este jueves ante una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en que se irá si el derrocado gobernante, Manuel Zelaya, también renuncia, en el comienzo de un diálogo para resolver la crisis.

"Si yo soy obstáculo, me hago a un lado, pero también exijo que se haga a un lado este señor (Zelaya) que le ha causado daño al país", expresó Micheletti a la misión de la OEA que visita Tegucigalpa en el marco del diálogo para superar la crisis política hondureña abierta con el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Micheletti echó en cara los discursos de los representantes de la OEA, ya que de sus palabras se deducía que lo que buscan es restituir a Zelaya, y no venir a acompañar el diálogo y a respetar los acuerdos entre hondureños para buscar una solución a la crisis.

"Los discursos que han hecho son diferentes, quieren volver a poner a Zelaya. ¿Y por qué ustedes vienen a imponer una cosa?", expresó el gobernante de facto.

"Por favor entiendan la situación interna de nuestro país", agregó Micheletti, quien además dijo que cualquier solución interna debe ser enmarcada en la Constitución.

Como ha dicho en estos últimos meses, insistió en que asuntos como decretar una amnistía o posponer los juicios que hay pendientes contra Zelaya, son asuntos que los deciden el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia.

Micheletti también indicó en tono enérgico a la misión de cancilleres y otros representantes de países americanos, España, la OEA y las Naciones Unidas que asisten al diálogo, que las elecciones generales del 29 de noviembre próximo no se van a detener, salvo que "manden un ataque o que nos invadan".

A los enviados de la OEA también les recordó que cuando se inició la crisis no escucharon a las nuevas autoridades sobre las razones por las que Zelaya fue separado del poder y el gobierno que preside fue sentenciado "en 20 minutos en aquella sesión de la OEA", del 4 de julio.

Después, Micheletti agradeció a la misión de la OEA "infinitamente por la buena voluntad" de volver al país, pero recalcó que "es necesario conocer la verdad de lo que pasó" el 28 de junio pasado, cuando Zelaya fue derrocado y sacado del país.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, le expresó a Micheletti su preocupación por la situación de Zelaya en la Embajada de Brasil, desde el 21 de septiembre pasado.

Al respecto, Insulza le planteó a Micheletti la posibilidad de que se mejoren las condiciones de Zelaya o que se le traslade a otro sitio, sobre lo que el secretario general de la OEA no tuvo respuesta del presidente interino.

Insulza también le dijo a Micheletti que preocupan los toques de queda, la privación de otras garantías constitucionales y el cierre de un canal de televisión y una radio.

Micheletti indicó que la radio que ha sido cerrada, incitaba a la violencia, "a la guerra" en el país.

Micheletti también escuchó planteamientos que hicieron cancilleres como Bruno Stagno, de Costa Rica; Patricia Espinoza, de México, y Haroldo Rodas, de Guatemala, entre otros, sobre la crisis política, las elecciones y asuntos comerciales.

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