Cinco millones de ucranianos, casi uno de cada nueve, requieren actualmente ayuda humanitaria, de los que 1,4 millones se convirtieron en desplazados internos a causa del conflicto separatista en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país, señaló ayer la ONU.

Según la Oficina de Ayuda Humanitaria de la organización, los habitantes de la llamada línea de contacto, es decir, la que separa las zonas rebeldes del resto del país, están entre los más vulnerables.

Asimismo lo son los tres millones de personas que viven en las áreas que han salido del control del Gobierno, a las que apunta de forma prioritaria la ayuda destinada por la ONU a este país, señaló el portavoz Jens Laerke.

Los actores humanitarios aportaron ayuda en lo que va de este año a más de 450.000 personas en alimentos, cobijo de emergencia, artículos básicos y consultas médicas, nutricionales y psicosocial.

El Programa Mundial de Alimentos comunicó recientemente su plan de aumentar hasta fin de año su asistencia alimentaria a medio millón de ucranianos afectados por el conflicto, lo que triplicará el número de beneficiarios.

Por otro lado, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, advirtió ayer de un incremento significativo de la amenaza terrorista en el país, que excede la zona del conflicto en Donetsk y Lugansk.

"Ha aumentado significativamente la amenaza de actos terroristas y de sabotaje fuera de la zona en que se lleva a cabo la operación antiterrorista", dijo en una reunión con la plana mayor del Ministerio del Interior.