El precandidato republicano Mitt Romney hizo ayer públicas sus dos últimas declaraciones fiscales que revelan que su gran fortuna personal está sujeta a una tasa impositiva muy inferior a la del estadounidense medio.

Según las declaraciones de impuestos, entregadas a algunos medios pero aún no publicadas en su web, Romney tuvo unos ingresos de unos 42 millones de dólares entre 2010 y 2011 y pagó impuestos a un tipo impositivo medio del 14,6%, según el diario The Washington Post.

En 2010, los ingresos de Romney sumaron 21,6 millones de dólares y pagó unos 3 millones en impuestos, a una tasa del 13,9%, según muestran las copias de su declaración entregadas a algunos medios. La declaración de impuestos de 2011, que todavía Romney no envió a la Dirección de Impuestos, muestra un ingreso de 20,9 millones y una tasa impositiva del 15,4 %.

La cuestión de los impuestos se ha convertido en manzana de discordia en el debate electoral republicano después de que otro aspirante, el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, retara al favorito Romney a detallar el origen de su fortuna ganada como financiero.

Por su parte, Romney instó a Gingrich a publicar sus contratos de asesoría firmados con el gigante inmobiliario Freddie Mac, lo que éste hizo en parte el lunes.

En 2010 y 2011, más de la mitad de los ingresos de Romney provinieron de las rentas y dividendos de sus inversiones sobre las que el código impositivo asigna un gravamen de hasta el 15%. La mayoría de los estadounidenses paga entre el 23 y el 35% en impuestos sobre sus ingresos ordinarios.