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Los efectos del 'corralito' ya hacen mella

El corralito impuesto en Grecia hace diez días está empezando a hacer mella en la economía del país, no tanto por las incomodidades cotidianas que impone el hecho de tener que esperar en fila ante un cajero automático como por los problemas en el funcionamiento de la industria y en el sector importador.

"Hay un descenso en las reservas de entre un 30% y un 35%", aunque "de momento no hay cancelaciones y el control de capitales no ha influido negativamente en la impresión que tienen los turistas de Grecia", dijo Xenofón Petrópulos, de la Asociación de Empresas Turísticas Griegas (SETE).

De momento, los hoteles no tienen problemas de abastecimiento, según Petropulos, y "seguirán funcionando sin problemas con los bancos cerrados en los próximos 10 o15 días".

Petropulos admitió, sin embargo, que si continua el cierre de los bancos "habrá escasez de billetes en el mercado", lo que afectaría al pago a los proveedores de "alimentos perecederos, que de costumbre se hace en efectivo".

"El mercado hace frente a dificultades enormes", dijo Nikos Yeorgokostas, de la Confederación Nacional de Comercio y Empresas, quien recalcó que en los primeros días del corralito "el comercio minorista, con excepción de los alimentos y del gasóleo, se ha hundido en hasta un 70%", mientras "el volumen de negocios de las tiendas de alimentos y de las gasolineras aumentó en un 20%". "Estas dos tendencias se acentúan", precisó.

Yeorgokostas se quejó de que "los trámites de pago de proveedores al extranjero duran demasiado tiempo", lo que pone en peligro "comandas de productos sensibles bloqueados en las aduanas".

"El control de capitales afectó a todo, al pago de personal, a la producción y la distribución de los productos", explicó Nikos Arjondis, director en la Asociación Panhelénica de Exportadores.

Un ejemplo palpable de los problemas prácticos que está causando el corralito lo da la situación en la industria avícola, donde si bien no hay escasez de animales ni de huevos, sí empieza a escasear el material de empaquetado, es decir las cajas para guardar los huevos y las bandejas para los pollos, que se importan de Bulgaria y Turquía.

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