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El 'lobo solitario' de Bruselas fabricó el explosivo en su casa

  • Residía en Molenbeek y fue abatido tras detonar una maleta con clavos y botellas de gas

Policías y expertos forenses belgas registraron ayer la vivienda del supuesto terrorista abatido en la estación Central de Bruselas en la noche del martes.

Policías y expertos forenses belgas registraron ayer la vivienda del supuesto terrorista abatido en la estación Central de Bruselas en la noche del martes. / stephanie lecocq / efe

El presunto terrorista abatido la noche del martes por militares belgas en la estación Central de Bruselas fabricó supuestamente en su casa el explosivo utilizado y era simpatizante del Estado Islámico (EI), informó ayer la Fiscalía federal.

El Ministerio Público dio a conocer esa información después de registrar su domicilio, en el barrio bruselense de Molenbeek.

La Fiscalía no confirma sus antecedentes por tráfico de drogas y delitos sexuales

"Parece que probablemente fabricó la bomba en ese lugar", indicaba el comunicado de la Fiscalía, que precisó que, en particular, se encontraron en el lugar "componentes químicos, así como material que puede servir para fabricar un explosivo". Además, "algunos indicios parecen demostrar que tenía simpatía por la organización terrorista EI", añadió.

Antes, durante una rueda de prensa, la Fiscalía informó que el presunto terrorista abatido es un marroquí de 36 años que actuó solo y detonó una única maleta cargada con clavos y botellas de gas.

El Ministerio Público precisó que el sospechoso, a quien sólo identificó con las siglas O.Z., había nacido el 12 de enero de 1981 y vivía en el barrio bruselense de Molenbeek (norte), el mismo distrito donde crecieron los terroristas que atacaron París en noviembre de 2015.

"Los hechos están investigándose como un intento de atentado terrorista", confirmó el portavoz de la Fiscalía, Eric Van der Sypt.

El hombre entró en la estación a las 20:39 del martes y cruzó el vestíbulo principal de la estación para después dirigirse hacia un grupo de personas. Tras apartarse durante cinco minutos, volvió al grupo y, con su maleta en la mano, causó una explosión "parcial" que no provocó ningún daño personal, pero sí un pequeño incendio, cuyas imágenes fueron las primeras menciones al incidente en las redes sociales.

Según la Fiscalía, el atacante dejó la maleta en llamas y bajó las escaleras hacia los andenes persiguiendo a un responsable de la estación. En su ausencia, la maleta explotó una segunda vez "de forma más violenta", de nuevo sin causar heridos.

Tras la segunda explosión, el sospechoso volvió al vestíbulo y se precipitó hacia un militar que patrullaba la zona gritando "Allahu akbar" (Alá es grande), a lo que el soldado contestó abriendo fuego con su arma y "disparando en el blanco varias veces".

"Trató de hacer más daño del que causó, eso está claro", aseguró el portavoz, quien confirmó que el atacante murió en la propia estación como resultado de las heridas.

Van der Sypt desmintió así las primeras informaciones distribuidas por algunos medios locales, según las cuales el hombre portaba un cinturón con explosivos que habría sido la fuente de las explosiones. El sospechoso tampoco portaba armas de ningún tipo.

Medios locales señalaron durante la mañana que el sospechoso ya era conocido por las autoridades por delitos sexuales y de tráfico de drogas, unos hechos que no desmintió ni confirmó el portavoz de la Fiscalía. "No puedo comentar nada sobre sus antecedentes criminales. Sólo puedo confirmar que no era conocido por terrorismo", sostuvo.

El suceso creó un momento de pánico entre los presentes y obligó a evacuar inmediatamente la estación y las calles aledañas.

El primer ministro belga, Charles Michel, que ayer convocó al Consejo de Seguridad Nacional, aseguró: "No nos vamos a dejar intimidar por los terroristas", y dejó claro que las autoridades harán lo necesario para garantizar la seguridad.

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