Al menos tres personas murieron ayer, entre ellas un niño de diez años, y casi dos decenas resultaron heridas en los disturbios durante las protestas de los islamistas en diversas ciudades de Egipto.

El portavoz del Ministerio egipcio de Sanidad, Mohamed Fatah, informó a Efe de que el menor perdió la vida por un disparo con una escopeta de perdigones durante choques entre partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, en la zona de Al Terá, en la provincia de Suez (noreste).

Por su parte, el jefe del Departamento de Emergencia, Jaled al Jatib, dijo a la agencia de noticias egipcia Mena que una persona murió durante los enfrentamientos en la provincia de Minia, a unos 250 kilómetros al sur de El Cairo.

El tercer fallecido es un miembro de los Hermanos Musulmanes, que pereció en choques con opositores a Mursi en el barrio de Al Matariya, al noreste de la capital.

Durante las protestas fueron además detenidas cerca de noventa personas, la mayoría en los disturbios de Al Matariya, donde los manifestantes incendiaron, entre otros, un vagón del tranvía.

Las marchas de los seguidores de Mursi marcaron el inicio de la semana de protestas denominada La masacre del siglo, convocada para conmemorar los cien días del desalojo policial de las acampadas de los islamistas en El Cairo, cuando murieron cientos de personas.

La Policía lanzó gases lacrimógenos contra una marcha que salió de la mezquita Al Imán (usada en aquellas jornadas como morgue tras el desalojo) con dirección a la plaza de Rabea al Adauiya, escenario de la principal acampada disuelta el 14 de agosto. "Somos pacíficos y continuaremos con nuestras protestas para mandar un mensaje a todo el mundo", declaró un portavoz de los Hermanos Musulmanes.