Al menos 40 personas murieron ayer y otras 60 resultaron heridas tras la explosión provocada por un suicida en el interior una carpa donde se encontraba un grupo de peregrinos chiíes en la ciudad de Iskandiriya, al sur de Bagdad, según fuentes policiales.
El suicida portaba un cinturón de explosivos adosado al cuerpo que activó cuando se encontraba en el interior de la carpa donde descansaban los peregrinos que se dirigían a Kerbala para una festividad chií, según estas fuentes.
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