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Las potencias occidentales rozan un histórico acuerdo nuclear con Irán

  • La incorporación de los jefes de la diplomacia augura el final de las sanciones económicas a cambio de garantías de Teherán de que su enriquecimiento de uranio es para fines pacíficos

La negociación sobre el programa nuclear de Irán podría estar llegando a una solución con la negociación de un acuerdo que los ministros de Exteriores de las principales potencias esperan impulsar de forma definitiva en las próximas horas.

Si se confirma este acuerdo, su significación sería histórica debido a que los temores relacionados con el programa nuclear iraní han ido aumentando conforme lo ha hecho también su capacidad tecnológica en este ámbito.

La llegada a lo largo de la tarde de ayer del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y sus colegas de Francia, Laurent Fabius; Reino Unido, William Hague, y Alemania, Guido Westerwelle, dio un claro indicio sobre la oportunidad real que se ha abierto para alcanzar un acuerdo. Y la confirmación de que hoy llegarán a Ginebra el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, y un alto responsable de Exteriores de China ratifica el momento crucial que se atraviesa.

El primer día de negociaciones había sido conducido por los números dos de Exteriores de ese grupo de países (conocidos como grupo de 5+1), que actuaban como interlocutores del ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif.

La parte iraní tuvo desde el principio el deseo de que Zarif tratara con sus homólogos, lo que los países del 5+1 sólo concebían en caso de avances tangibles y de que se percibiera claramente la oportunidad de un entendimiento.

Aunque las señales alimentan un cierto optimismo, tanto Fabius como Kerry enfatizaron que hay avances y que son importantes, pero que no todos los temas están cerrados, con diferencias que todavía persisten.

Anoche, la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, quien hasta ahora había dirigido las negociaciones por el lado occidental, continuaba reunida con Kerry y Zarif.

Según fuentes europeas, en esa reunión se estaba revisando, "línea por línea", el borrador del acuerdo.

El texto incorporaría medidas concretas que Irán debería cumplir de forma inmediata, como detener el proceso de enriquecimiento de uranio al 20% y hacer que las reservas existentes dejen de ser utilizables.

A cambio se aliviarían las sanciones económicas contra Irán, relacionadas con el bloqueo de fondos iraníes en el exterior y con el comercio de minerales y productos petroquímicos.

El levantamiento parcial de las sanciones dependería directamente de que Irán cumpla con sus compromisos y podría ser reversible.

Según declaraciones ofrecidas por el ministro Zarif, para su equipo negociador es muy importante volver a Teherán con un acuerdo que pueda ser refrendado por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí.

"No podría acordar algo si no creo que se pueda mantener cuando vuelva (a Irán)", dijo ayer Zarif al Breaking Defense, un medio estadounidense especializado en cuestiones de defensa.

Actualmente, Irán cuenta con 18.000 centrifugadoras instaladas y 10.000 que enriquecen uranio a pleno rendimiento.

Esta tecnología puede ser usada para fines civiles -energéticos o médicos-, pero cuando el enriquecimiento del uranio alcanza niveles más elevados puede ser utilizado como el núcleo de una bomba atómica.

Irán niega que esta sea su intención, pero el clima de confrontación alimentado por el ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad durante sus ocho años en el poder han dado poco espacio a la comunidad internacional para sopesar sus verdaderos propósitos.

La llegada del nuevo Gobierno, encabezado por Hasán Rohaní, ha creado una nueva atmósfera, de la que podría surgir el acuerdo tan esperado.

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, viajará mañana a Irán para reunirse con las autoridades de ese país en un intento de "fortalecer el diálogo y la cooperación", informó ayer en Viena la agencia de la ONU en un comunicado. "(...) Amano viajará a Teherán el 10 de noviembre para reunirse con altos cargos iraníes el lunes 11, con el objetivo de fortalecer el diálogo y la cooperación", anunció en una breve nota la agencia de la ONU que vela por el uso pacífico de la energía atómica. Esta es la primera visita de Amano a Irán desde mayo de 2012, cuando se reunión sin resultados con los responsables del programa atómico iraní.

El OIEA aclara que esta visita se produce "de forma separada" al encuentro que mantendrán en Teherán los inspectores del Organismo con responsables iraníes para tratar de cerrar una agenda de controles que permitan descartar que el programa nuclear del país asiático oculta objetivos militares.

Esta será la decimotercera reunión en menos de dos años para acordar un sistema de inspecciones y acceso a documentos y expertos que sirva para aclarar lo que el OIEA considera "asuntos pendientes" y preguntas respecto a la naturaleza del programa atómico de Irán.

En el último encuentro, celebrado el pasado 29 de octubre en Viena, ambas partes aseguraron en un inusual comunicado conjunto que los contactos habían sido productivos y que Irán había presentado "nuevas propuestas y medidas prácticas" que se espera que sean desarrolladas en la reunión de mañana.

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