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El ex primer ministro de Tailandia, condenado a 2 años de cárcel por abuso de poder

  • El Tribunal Supremo tailandés condena a Thaksin Shinawatra, exiliado en Reino Unido, por utilizar su autoridad para que su esposa adquiriera varios terrenos

El ex primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, fue condenado hoy en rebeldía por el Tribunal Supremo a dos años de cárcel por un delito de abuso de poder cometido antes de que en 2006 fuera depuesto mediante un golpe de estado. El tribunal declaró a Shinawatra, exiliado en el Reino Unido y prófugo de la Justicia, culpable de abusar de su autoridad para que su esposa Pojaman adquiriera en 2003 un terreno estatal ubicado en el centro de Bangkok y una extensión de 5,3 hectáreas por el que pujaban varias empresas tailandesas.

Al dar lectura a las conclusiones del tribunal, el juez jefe, Thongloh Chomngam, dijo que Shinawatra contravino tres artículos del Acta Nacional Anticorrupción que prohíbe al primer ministro y su esposa tener intereses en contratos con empresas estatales que estén bajo la supervisión del Gobierno. "El acusado es culpable de violar la ley anticorrupción, y el castigo son dos años de prisión", apuntó el juez casi al término de la vista de casi dos horas de duración y celebrada en una sala abarrotada de gente.

Los terrenos fueron adjudicados en concurso público a la esposa del ex mandatario por 722 millones bat (unos 22,7 millones de dólares). Pojaman fue absuelta por el tribunal, que a su vez anuló la orden de búsqueda y captura que dictó contra ella cuando la pareja violó la libertad bajo fianza al faltar a la penúltima vista del juicio. Shinawatra y su esposa viajaron el pasado agosto a la capital británica aprovechando una autorización del tribunal para abandonar Tailandia con el propósito de asistir a la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín.

Cerca de medio millar de partidarios del ex primer ministro y multimillonario, de 59 años, se concentraron frente al edificio del tribunal, alrededor del cual fueron desplegados un centenar de policías para prevenir que se produjeran enfrentamientos con los detractores de Shinawatra. En el exterior del edificio, el fallo fue acogido con gritos de júbilo por parte de los grupos de seguidores de la antigubernamental Alianza del Pueblo para la Democracia, organizadora de las protestas callejeras que tienen lugar desde el pasado mayo en Bangkok y de la ocupación de la sede del Gobierno.

Los seguidores de la Alianza consideran que el actual Gobierno está controlado por Shinawatra y los otros 110 políticos que fueron inhabilitados hace un año por el Tribunal Supremo tras se declarados culpables de fraude electoral. Tras conocer el veredicto, Shinawatra declaró desde Londres por teléfono a la radio estatal que la condena es parte de una persecución política, y precisó que defenderá su inocencia mediante una carta dirigida al Tribunal Supremo.

Es esta la primera condena impuesta a Shinawatra, cuñado del actual primer ministro Somchai Wongsawan, desde que fuera depuesto en septiembre de 2006 por medio de un golpe de estado perpetrado por los militares con el pretexto de que la corrupción estaba desbocada.

Contra Shinawatra, un ex coronel de la Policía, pesan ya seis ordenes de búsqueda y captura emitidas por los tribunales de Justicia de Tailandia, país en el que hasta momento, nunca un destacado político ha ingresado en la cárcel tras haber sido declarado culpable de un delito de corrupción.

Por su parte, la Fiscalía General de Tailandia anunció que pedirá al Reino Unido la extradición del ex mandatario. "Los fiscales harán pronto una copia de la sentencia y la enviarán al Reino Unido para que le extraditen (a Shinawatra) rápidamente", dijo el director del departamento de Litigios Especiales, Seksan Bangsombun.

En julio pasado, el tribunal condenó a tres años de prisión a la esposa de Shinawatra, tras declararla culpable de un delito de evasión de impuestos, pero fue puesta en libertad bajo fianza de cinco millones de bat (unos 150.000 dólares). Antes de ganar las elecciones legislativas celebradas en enero de 2001 y de acceder al poder, Shinawatra traspasó a su esposa, sus hijos y otros miembros del clan familiar, la mayor parte de las acciones de Shin Corporation.

El mismo año del golpe de estado, la familia de Shinawatra vendió a la compañía estatal singapuresa Temasek Holdings el 49,6 por ciento de Shin Corporation por unos 70.000 millones de baht (2.230 millones de dólares), en una polémica transacción declarada libre de impuestos.

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